En este día estaremos tan atareados con la preparación de las actividades religiosas de estos días de Semana Santa, la más santa de todas las semanas del año y por tanto en la que nos tenemos que aplicar a serlo de manera especial, que apenas nos dará tiempo a conectarnos para leer los puntos. Además solo poner en nuestra mente y en nuestro corazón esto: “Hoy es Jueves Santo nos vienen montones de ideas y gracias recibidas otras veces que el alma por poco que haga presente, se pone en la presencia de Dios y le dice: ¡Gracias, Señor, por tu amor! Día del Amor Fraterno, día de la Caridad, el amor que nos tienes, Señor. ¿Cómo no volverse loco agradeciendo tanto como has hecho por nosotros?
En el libro que acaba de publicar Javier del Hoyo “Etimologicón” en el capítulo por capítulo trata de explicar la raíz etimológica de cada palabra y su explicación, también tiene una referencia al Jueves Santo en el capítulo 29 “Un Monumento a la Memoria” y dice en la página 173: “El sentido funerario, se mantiene en la Semana Santa cuando el Jueves Santo se monta en las iglesias el “monumento” que recuérdala tumba de Jesucristo. “El primer día de la semana, María Magdalena fue al monumento…” (Jn 20,1).
Allí se va a quedar oculto bajo las especies del pan hasta el día siguiente para que podamos velarle en oración. “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su hijo para que perezcan ninguno de los que crean en EL”
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis como yo os he amado” (Jn 13,34) Y el amor que nos ha tenido, tiene y tendrá siempre es con el que nos encontramos en la Eucaristía, por eso es el día del Amor Fraterno, es el día que conmemoramos la institución de la Eucaristía y la Iglesia nos pone textos que lo recuerdan, sobre todo el 1Co 11,23-26 y Jn 13,1-15. Uno de los dos es suficiente para la oración:
En el primero, puedes imaginarte a Pablo contando ese momento que es el centro de la vida cristiana y que es el que nos reúne siempre para hacer Iglesia, que es santidad y salvación. San Pablo nos recuerda que ha recibido una tradición que procede del Señor que la noche que iba a ser entregado, tomó pan y… lo mismo con el cáliz y nos dejó su cuerpo y su sangre ¿Hay algo más que nos podía dar? Y para que no lo dejemos de hacer: “Hacedlo en memoria mía”. Pienso que esta tradición le vino probablemente por la Virgen que se lo recordó de tal manera que no pudo olvidar y cada vez que se reunía con los primeros cristianos este era el acto fundamental. Por eso qué valor tan inmenso el de la Misa. ¡Qué Misterio más grande que no podemos abarcar! Dios se entrega por nosotros como lo hizo en la Cruz. Por eso acaba el apóstol:”Cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva”
En el segundo, es el lavatorio de los pies que ya conocemos, Juan lo pone a continuación de la cena otra forma de darnos entender su entrega total. Y a pesar de la resistencia de Pedro, les lava los pies para enseñarles que así lo deben hacer unos a otros Para quedarnos anonadaos contemplando esta escena y como dice San Ignacio, reflectir sobre mí para sacar algún provecho: ¿qué, hace por mí, por cada uno? ¿Qué ha hecho y qué no hará? ¿Cómo voy responder a tanto amor derrochado por mí?
Santa María, que le conozca, que le ame, que le siga, porque HOY, la víspera de padecer se va a realizar lo mismo: “Tomando pan en sus santas y venerables manos y elevando los ojos al cielo,…