Avanza
la Cuaresma. El Señor nos apremia para que demos frutos de amor y de
misericordia.
1. Libro del Éxodo 3,1-8a.13-15. Entonces Dios le dijo a Abraham:
"No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que
estás pisando es una tierra santa".
Una
invitación a tomarme más en serio mi oración, a quitarme de verdad las
sandalias –todo lo que me impide para entrar en el templo, en la tierra santa,
y estar cara a cara con Dios, el que es.
2. Salmo 103: El Señor rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de
ternura
Él es
compasivo y misericordioso y por eso me da una nueva oportunidad para VIVIR,
salir del SEPULCRO de mi mediocridad y tibieza, gracias a SU TERNURA. ¿Pongo
amor –humanidad- en todo? Caritas in veritate: amor verdadero,
verdad cordial.
3. Carta I de San Pablo a los Corintios 10,1-6.10-12. Por eso,
el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer!
San
Pablo no se cansa de avisarnos: ¡ojo! No te fíes de ti mismo que mayores
árboles han caído… Pequeños detalles, estar al acecho, el Diablo me ataca poco
a poco, cuidado con el defecto dominante… examen particular, jaculatorias,
¡Jesús, mi Dios, mi Todo, yo confío en Ti, me pongo en tus manos!
4. Evangelio según San Lucas 13,1-9. Pero él respondió: 'Señor, déjala
todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede
ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'.
El Señor
no busca culpables, sino amigos a quien ayudar. No perdamos mucho tiempo en
analizar los fracasos, en buscar los “malos” de la película (por tu culpa, por
tu grandísima culpa…); pidamos un corazón gigante como el del Señor, asertivo,
que ve siempre lo bueno y positivo, amigos en potencia (nunca enemigos) para
que el Amor nos haga fecundos y demos abundantes frutos.
¡Madre,
Tierra Santa, en la que brotó el Fruto Bendito que es Cristo, danos tus ojos,
tus oídos, tu corazón para que en todo AMEMOS –sirvamos- DE CORAZÓN!