15 enero 2014. Miércoles de la primera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

  • Un día, Elí estaba acostado en su habitación. Sus ojos comenzaban a debilitarse y no podía ver. Nuestros ojos están cada vez más cerrados por la falta de contrariedades, por nosotros y por nuestro ambiente, debemos dejarnos guiar por otras personas más jóvenes “de alma más joven que sepa guiar”. Entonces necesitamos de más iniciativa, más ideas, más energía en nuestras venas, NO, todo lo contrario, reflexionar cada decisión y recapacitar en cada acción.
  • Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras. Demos un punto de confianza a nuestra decisiones, confianza a otras decisiones, confianza a Dios que tenemos siempre con nosotros, porque todas nuestras acciones están en sintonía.
  • Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La amistad que tenía Jesús con sus discípulos que se reunían todos para compartir los momentos más alegres y felicidad, así debemos hacer nosotros juntarnos para disfrutar de las alegrías y tristezas de cada día nos trae y ponerlas en común.
  • Se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Debemos estar dispuestos, a cuando se nos cura de nuestras flaquezas o debilidades, estar dispuestos a cambiar de actitud para salir y dar un sí, en casa, con los amigos, nuestra forma de pensar, nuestro mal genio, etc.
  • Él les respondió: "Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido". No sólo se  dedicaba a las personas más cercanas sino también a aquellas pues estaban descuidadas, perdidas, faltas de amor, con problemas en sus vidas, dejados por estar en un nivel más bajo. A estas personas nos debemos acercar nosotros.

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