Nos ponemos en
presencia del Señor y nos acercamos a San José.
A otros santos
parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad. De este glorioso
santo tengo por experiencia que socorre en todas las necesidades y que quiere
el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra, así en el
cielo hace todo cuanto le pido… Paréceme que cada año en su día le pido alguna
cosa y siempre la veo cumplida (Santa Teresa, Vida c, 6)
Las lecturas nos
llenan de esperanza y alegría.
Apoyado en la esperanza, creyó contra
toda esperanza.
«José, hijo de David, no tengas
acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu
Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a
su pueblo de los pecados».
Se dicen pocas
palabras sobre San José, pero son suficientes para reconocer su valor. Aquí el
evangelio afirma que “era un hombre justo”. En la biblia esta palabra expresa
mucho, porque significa que la persona vive en su vida la santidad de Dios, es
fiel y agradable al Señor. Pero el ejemplo que nos muestra para reconocernos
esa justicia de José es su misericordia. El que estaba comprometido con María,
pensaba que ella había quedado embarazada de otro hombre. Para no denunciarla y
exponerla a la muerte, prefería escapar y aparecer como un padre que abandona a
su familia. Con este acto de amor y compasión, José arruinaba su vida, perdía
todo, se convertía en un vagabundo, sólo para proteger a María. Después, toda
su vida estuvo dedicada a cuidar a María y a Jesús. Es el patrón de la buena
muerte porque dicen que muere entre los brazos de Jesús y de María.
El Papa Francisco,
tiene una gran devoción por San José y
justamente afuera de la habitación 201 de la Casa Santa Marta, en uno de los
dos nichos de madera oscura con un pedestal de mármol, hay una estatua del santo a cuyos pies el Papa deja papelitos con
peticiones de gracias escritas por él mismo. Cuando los
papelitos se vuelven demasiados, porque «el Santo Padre hace trabajar mucho a
San José», la estatua se levanta un poquito...
San José, esposo de
la Virgen, custodio del Señor, llévanos a María y por María a Dios.
Le pedimos a San
José que nos dé fe, esperanza y caridad para vivir con Jesús el tiempo que nos
queda de Cuaresma y vivir la Semana Santa y el gozo de la Pascua.