Para la oración de este día 11, os propongo meditar, como un fruto al
que nos debe conducir la cuaresma (al igual que Cristo crucificado y
glorificado) sobre el momento en que Ignacio Echeverría, yendo por la calle, ve
algo extraño en el trato a una mujer y sale en su defensa. Como base de los
hechos, tomemos algunas notas que aparecieron en la prensa en días posteriores.
Puente de Londres, sábado 3 de junio de 2017.
“Ignacio se dirigía en bicicleta con unos amigos hacia la zona de
Whitechapel cuando vieron a un hombre agredir a una mujer. En un principio
parecían puñetazos, e Ignacio pareció dispuesto a detener la supuesta pelea.
Bajó de su bicicleta y se subió a su monopatín, dirigiéndose a toda velocidad
para ayudar a la mujer. Al acercarse, comprobó el horror: el atacante estaba
asestándole puñaladas. Gracias a la intervención de Ignacio, ella se salvó de
una muerte segura.
Sin embargo, Ignacio vio que el atacante corría a agredir a un policía
con su puñal. Nuevamente, decidió intervenir, acercándose para intentar
reducirlo golpeándole con su monopatín. Lo que no esperaba era que otros dos
terroristas corriesen hacia él, propinándole dos puñaladas por la espalda que
resultaron mortales”.
…porque a pesar del dolor, la familia sabe que debe seguir hacia
delante, y homenajear la figura de Ignacio con amor, y no con pena. “Debemos
ser como Ignacio, que salta de su bicicleta para enfrentar el terror y
arriesgar su vida para salvar a otros”. Y es que para la familia “la tristeza
no nos la quita nadie” aunque, añade, la muerte de Ignacio no fue una
“desgracia” ya que “eligió lo que tenía que hacer”. “Estamos conformes con su
decisión”, aseguran.
Madrid, 11 de marzo del 2022. Cubierta de Leganés, 20:00 hrs.
Representación de Skate Hero. Casi cinco años después, su entrega inspira este
musical y es todo un modelo para nosotros los cristianos. Recemos por el fruto
de este y otros actos que dan a conocer cómo entregar la vida por otros.
Santa María, intercede ante tu Hijo, para que a través de este modelo de amor total, estemos dispuestos a entregarnos en todo momento por el bien de los demás. Aunque sea en heroísmo anónimo.