Nos hacemos eco de los deseos del Papa Francisco. Hoy, 2 de marzo, JORNADA
DE AYUNO POR LA PAZ. Por la paz en todo el mundo y, en especial entre
Rusia y Ucrania. Que este deseo no se quede en meras intenciones.
Hoy iniciamos este camino, 40 días de cuaresma, que han recorrido desde
los profetas del AT, pasando por Jesús en el desierto… infinidad los
monasterios, Instituciones religiosas, personas consagradas y todos los
cristianos creyentes y practicantes. Este es el camino que hacer realidad, lo
que nos propone, cada año, el Señor el Jueves Santo. “Os doy un mandamiento
nuevo, que os améis los unos a los otros como yo os he amado” (Jn
13,34).
Este camino se convierte en tarea. San Ignacio de Loyola, nos propone,
en sus EE (233). “… en todo amar y servir…” Así, en esta
disposición entenderemos el Evangelio (Mt. 6,1-6. 16-18) para vivirlo.
Limosna, oración, ayuno. Con esta tarea que el Señor nos propone, a la vez
que nos sentimos limitados, pecadores, llenos de necesidades…, constatamos que
somos hijos y como hijos necesitamos sentirnos amados por el Padre. Nos ama, no
porque seamos buenos, sino porque Él es bueno y no puede dejar de amarnos;
todos somos hermanos y, todos tenemos la misma dignidad como hijos del mismo
Padre.
Cuando hacemos limosna, o sea, entregamos parte de nuestro
tiempo, nuestra ayuda material en múltiples manifestaciones, vivimos “en todo
amar y servir”.
Cuando dedicamos cada día un rato exclusivo a la oración personal,
a ser posible al iniciar el día, podemos, “en todo amar y servir” a las
personas con las que convivo y todas las personas de todos los pueblos.
Cuando ayunamos, levantando el acelerador de nuestro
ritmo de vida, controlando el tiempo que a veces perdemos conectados a las
redes, y que quizás ya lleguemos a cierta dependencia…
Ya no queda tiempo para pensar en la multitud de personas que viven con
grandes dificultades “ayunando de muchas cosas” en los campos de refugiados.
Allí carecen de recursos básicos, pasando, hambre, frío, calor, formación… Ese
mandamiento de Jesús en la Última Cena nos ayudará a vivirlo ya en estos días
cuando estamos dispuestos “en todo amar y servir”. Esta es la
realidad de tantas madres y padres ocultos que viven cada día entregando su
vida por amor, sirviendo.
Que Santa María nos ayude a desear y a vivir hoy y mañana en esta disposición por amor a Dios en mis hermanos los hombres.