2 marzo 2022, Miércoles de Ceniza. Puntos de oración

Nos hacemos eco de los deseos del Papa Francisco. Hoy, 2 de marzo, JORNADA DE AYUNO POR LA PAZ. Por la paz en todo el mundo y, en especial entre Rusia y Ucrania. Que este deseo no se quede en meras intenciones.

Hoy iniciamos este camino, 40 días de cuaresma, que han recorrido desde los profetas del AT, pasando por Jesús en el desierto… infinidad los monasterios, Instituciones religiosas, personas consagradas y todos los cristianos creyentes y practicantes. Este es el camino que hacer realidad, lo que nos propone, cada año, el Señor el Jueves Santo. “Os doy un mandamiento nuevo, que os améis los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 13,34).

Este camino se convierte en tarea. San Ignacio de Loyola, nos propone, en sus EE (233). “… en todo amar y servir…” Así, en esta disposición entenderemos el Evangelio (Mt. 6,1-6. 16-18) para vivirlo.

Limosna, oración, ayuno. Con esta tarea que el Señor nos propone, a la vez que nos sentimos limitados, pecadores, llenos de necesidades…, constatamos que somos hijos y como hijos necesitamos sentirnos amados por el Padre. Nos ama, no porque seamos buenos, sino porque Él es bueno y no puede dejar de amarnos; todos somos hermanos y, todos tenemos la misma dignidad como hijos del mismo Padre.

Cuando hacemos limosna, o sea, entregamos parte de nuestro tiempo, nuestra ayuda material en múltiples manifestaciones, vivimos “en todo amar y servir”.

Cuando dedicamos cada día un rato exclusivo a la oración personal, a ser posible al iniciar el día, podemos, “en todo amar y servir” a las personas con las que convivo y todas las personas de todos los pueblos.

Cuando ayunamos, levantando el acelerador de nuestro ritmo de vida, controlando el tiempo que a veces perdemos conectados a las redes, y que quizás ya lleguemos a cierta dependencia…

Ya no queda tiempo para pensar en la multitud de personas que viven con grandes dificultades “ayunando de muchas cosas” en los campos de refugiados. Allí carecen de recursos básicos, pasando, hambre, frío, calor, formación… Ese mandamiento de Jesús en la Última Cena nos ayudará a vivirlo ya en estos días cuando estamos dispuestos “en todo amar y servir”. Esta es la realidad de tantas madres y padres ocultos que viven cada día entregando su vida por amor, sirviendo.

Que Santa María nos ayude a desear y a vivir hoy y mañana en esta disposición por amor a Dios en mis hermanos los hombres. 

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