27 marzo 2022, domingo de la 4ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

El libro de Josué empalma directamente con el Éxodo. El pueblo de Dios, peregrino en el desierto, llega a la tierra prometida. Es la primera celebración de la Pascua en la Tierra Prometida. Por fin libres, por la gracia de Dios. Pero esta libertad la contemplamos como un anuncio de nuevas libertades y tierras mejores. El «ya» pero «todavía no». Estamos ya en la Tierra Prometida, pero sigue siendo objeto de una bienaventuranza de Jesús (cf. Mat 5, 4).

"El que es de Cristo es una creatura nueva": la Antigua Alianza ha pasado y, con la resurrección de Cristo, ha empezado algo nuevo transformador de la existencia y de la historia humanas. "Al que no había pecado, Dios lo hizo expiación por nuestro pecado”. Cristo, quien no ha cometido pecado alguno ha sufrido por el pecado de los hombres.

"Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. Sólo desde el descubrimiento de la Divina Misericordia, se puede sintonizar entonces con Jesús y con el plan de Dios.

¡Santa María, reina y madre de misericordia, a Ti nos confiamos!  

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