6 marzo 2022, domingo de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

En todos los ciclos litúrgicos, el primer domingo de Cuaresma la Iglesia nos presenta las tentaciones de Jesús.

Jesús ha acogido la misión encomendada por el Padre. Por eso dice Lucas que estaba lleno del Espíritu. Una misión que ha empezado desde la encarnación, y que se intensifica en el momento del inicio de la vida pública. 

El desierto es el lugar de la prueba. Y allí es tentado por el demonio. Quiere apartar a Jesús de su misión, del plan trazado por el Padre.

Convertir las piedras en pan es anteponer sus propias necesidades al plan del Padre. El demonio le tienta sutilmente presentándolo como una manera de demostrar que es el Hijo de Dios.

La segunda tentación es la del poder. Conquistar todo el mundo, llegar a todos los hombres, frente a la pobre influencia en un miserable pueblo sometido a Roma.

La última tentación es contra el modo de cumplir la salvación de los hombres. ¿Por qué ese modo humilde, paciente y de siervo sufriente? Un milagro portentoso como el que le presenta el demonio demostraría a todos que es el Mesías.

Son dos modos de evangelizar contrapuestos: el camino del poder y la ostentación, frente al camino del amor humilde, paciente y servicial que es el de Jesús de Nazaret. Es el camino de la paz fundamentada en el amor de la que está tan necesitada el mundo. 

Santa María, ruega por nosotros. 

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