2 septiembre 2010, jueves de la XXII semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Oración preparatoria: Al comienzo de la oración es conveniente caer en la cuenta del momento que vamos a vivir, de con quién vamos a hablar y de qué vamos a tratar. San Ignacio para ello propuso la siguiente oración en el librito de los Ejercicios Espirituales: “Señor, Jesús, que todas mis acciones, intenciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina Majestad”. Creo que es una oración de preparación que no deberíamos omitir nunca. Tal vez, para muchos sea mejor hacerla con sus propias palabras: …

El Evangelio de este día (Lc 5, 1-11) es muy rico doctrinalmente y se presta muy bien para contemplarlo como si presente nos hallásemos. Para ello podemos dividirlo en cinco puntos:

1.- “En aquel tiempo, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret.

Hoy, Jesús, se ha sentado junto a ti para hablarte al corazón. Seguro que tiene muchas cosas interesantes que decirte y sobre todo porque va a hablarte palabras de Dios, palabras de salvación.

2.- “Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago;… Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.

Piensa que Jesús te conoce perfectísimamente y que cuenta contigo para que seas su amigo. Por ello te pide pequeños favores, que le prestes un poco de atención, dejando otras ocupaciones y que te sientes junto a él sin prisas.

3.- Dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echad las redes".

Enseguida Jesús te dice como un día a Pedro: “Duc in Altum” Que fue la frase que el Papa Juan Pablo II propuso para marcar el rumbo de los católicos en el tercer milenio: ¡Rema mar adentro! Sé audaz, no temas, yo estaré siempre contigo y verás lo que son milagros.

4.- Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador".

Cuando obedecemos a Jesús y poner en Él toda nuestra confianza entonces empezamos a conocerlo y a conocernos a nosotros mismos. Pedro al ver la red llena de peces ve en Jesús a Dios y entonces se ve a sí mismo como un pobre pecador. Deja pues, que Jesús actúe en tu vida.

5.- Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron”.

Después que Pedro reconoce a Jesús como el Señor y sus propios límites, Jesús consuela a Pedro enseñándole que la redada de peces tan grande significa que hará de él un pescador de hombres.

Ciertamente a Pedro le eligió el Señor para una misión muy grande, nada memos que para ser su vicario en la tierra por la salvación de los hombres. Pero en Pedro estamos todos representados. Acércate ahora un poco más al Corazón de Cristo y escucha las palabras del Evangelio. Medítalas en tu corazón.

Te propongo finalmente que termines la oración con una reflexión sobre ti mismo y tu vida. Para ello pregúntate con San Ignacio: “¿Qué he hecho yo por Cristo? ¿Qué ha hecho Cristo por mí? ¿Qué voy a hacer por Cristo?

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