13 diciembre 2021, lunes de la 3ª semana de Adviento. Santa Lucia, virgen y mártir. Puntos de oración

A veces es mejor callar ante las cosas de Dios

Cuestionar a Cristo tiene sus consecuencias. A primera vista, la actitud de los sacerdotes y los ancianos nos puede parecer infantil, es como si dijeran "vamos a poner a éste en un apuro y el pueblo estará con nosotros". Ellos se creían superiores a todos, pero Jesús los puso en su lugar. Es inútil cuestionar las cosas de Dios. 

Imagina por un momento la escena: Jesús hablando a la gente, predicando la Buena Nueva, enseñando en el Amor, y de repente se acercan los sacerdotes y los ancianos con intenciones oscuras porque lo que aquel hombre de Nazaret dice les resulta molesto, les rompe los esquemas. Y de ahí la pregunta: si tú no vienes de nuestra parte, si no eres de la casta sacerdotal, si no perteneces a la élite de Israel, ¿cómo te atreves a venir aquí a dar lecciones? La pregunta que a su vez les plantea Cristo los deja descolocados y su salida no puede ser más simple: No sabemos de dónde viene el bautismo que Juan realizaba. ¿Vosotros sabios, doctores de la ley, no lo sabéis? Pues yo no os lo voy a decir. Cristo les pone en su lugar y deja al descubierto sus malas intenciones.

Y tú, ¿sabes de donde viene la autoridad de Cristo? Viene de su unión con el Padre, de ser Uno con Él y con el Espíritu Santo. La autoridad de Jesús en aquel momento se manifiesta en su negativa a responder a los que iban a por Él. Pero su autoridad tendría poco después otra manifestación más grande aún: Cuando desde lo alto de la Cruz dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". 

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