Las lecturas de hoy hablan de Juan el Bautista, uno de nuestros modelos
en Adviento.
A las puertas de la celebración de la Encarnación del Hijo de Dios, me
gustaría proponer una actitud a suplicar en esta oración, muy propia de la
Navidad: la humildad.
A partir de un versículo de la primera lectura, hablando de la llegada
del Mesías. El versículo es este: ¿Quien se mantendrá en pie ante su
mirada?
Arrodillar el corazón, doblegarse interiormente ante la realidad que se
nos ofrece, y dejarnos salvar precisamente ahí. Gran parte de
nuestros sufrimientos vienen de rebelarnos ante ese ambiente en casa, esa
lesión, ese acontecimiento político, esa decisión de Mengana, o esa actitud de
Fulano… Cada uno conocemos nuestro ahí personal.
Las ideologías doblegan a las personas por la fuerza. ¡Cuántas veces
buscamos cambiar las cosas por la fuerza, en la bronca, en el enfrentamiento!
En el cristianismo, sin embargo, los creyentes se arrodillan ante la fragilidad
de su Dios hecho Niño. ¿Cómo mantenernos rígidos y a la defensiva ante un Niño
indefenso? Un cristiano es un rendido ante el Amor de Dios. Todo misionero es
un precursor que allana los caminos al Señor, pero no por la fuerza, sus
capacidades o simple convicción, sino dando testimonio de la salvación que
viene de Otro, Abajado. Entonces la comunión es posible.
Esta Navidad, Señor, quieres salvarme allí donde
necesito aprender a aceptar, confiar, arrodillarme. No siendo doblegado por la
fuerza externa que siento que me oprime, sino aceptando, confiando,
arrodillándome ante tu cálida mirada de Niño, que viene a buscarme
precisamente ahí, para salvarme. Humildad…
Solo los que han sido salvados, son enviados. Si nuestro corazón no arde
por la misión, es que aún nos mantenemos armados en pie ante tu mirada
desarmada, aún no hemos sido salvados, por tu exinanivit. Quien ha
sido salvado, transparenta humildad, se sabia perdido, y se descubre
salvo.
Maranatha, ven Señor Jesús. Madre arrodillada, orante y expectante ante el parto, enséñame a abajarme, a no mantenerme en pie ante la mirada del Niño Dios esta Navidad.