17 diciembre 2021, viernes de la 3ª semana de Adviento. Puntos de oración

Invocamos al Espíritu Santo, pidiéndole que venga a nosotros como un día ha de venir nuestro Señor Jesús. Sin Él no podemos hacer oración.

Un hombre ha sido elegido para iniciar la estirpe de Jesús. No es un hombre que destaca por sus cualidades morales. Por su bondad, santidad, ejemplo de vida. Tampoco es el mayor. La elección de Dios es así. Él escoge a quien quiere para hacer su obra. ¡Judá y Jesús! ¡Qué diferentes! Y sin embargo el Señor escoge al primero para hacer la promesa de un Mesías. 

Dios siempre nos llama. No se trata de que cuestionemos esa llamada sino de que la acojamos y sigamos la dirección que el Señor nos llama con ella. Podemos leer con esa perspectiva la lista de nombres de toda la estirpe de Jesús. Algunos los conocemos:  los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, Jesé, David, Salomón… Hay otros menos conocidos como Manasés que fue un rey infiel a la Alianza que adoró a muchos dioses, que protegió a magos y derramó mucha sangre inocente. Todos ellos han sido llamados por el Señor para continuar la estirpe que llegaría hasta Jesús. Y cada uno ha respondido de manera distinta al Señor. Pero el Señor no dejó de llamarles con eso. 

Admiremos el maravilloso amor del Señor que mantuvo la promesa de que “en sus días florezca la justicia y que la paz abunde eternamente”. Esa es la promesa que seguimos esperando. Ella encierra la llamada que el Señor sigue haciéndonos. Porque a Dios nuestras acciones no le impiden hacer su llamada, ofrecernos un nuevo comienzo para realizar su obra, un comienzo como el que ya esperamos para la Navidad. 

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