Miércoles, 29 diciembre 2021. Puntos de Oración

En el evangelio, en el encuentro del anciano Simeón y Jesús, en brazos de María, vemos una historia personal cumplida, lograda, exitosa. Entre tantas vidas malogradas, cuya vocación está en contradicción con lo vivido o realizado, el evangelio nos muestra un ejemplo luminoso de éxito vocacional. Desde la fe, cada uno puede acoger con confianza su destino, saber que su vida procede del Amor del Padre y que está orientada a su realización plena, en el encuentro con el Salvador. Un encuentro que se realiza en lo cotidiano de cada día y que puede ir iluminando cada vericueto, cada decisión difícil, todos y cada uno de los pasos de la vida hasta desembocar en un destino pleno y eterno. La Eucaristía de cada día nos anticipa esa salvación final y nos capacita para construir con cada paso diario el camino hacia la plenitud total. Se lo podemos pedir con confianza y audacia a la Virgen del Camino. Si estamos algo confusos o perdidos, seguro que sentiremos su apoyo y su luz (que es Cristo mismo).

También el evangelio de este día tiene un mensaje de actualidad social. Parece que vivimos horas oscuras, faltas de esperanza y de certidumbres compartidas sobre las que construir juntos el futuro. Pues bien, nosotros los cristianos reconocemos en Jesús “la luz para alumbrar a las naciones”. Poseemos una esperanza insuperable que tenemos que vivir y compartir. Creemos en Dios salvador, creemos en el hombre, hijo de Dios, creemos en el mundo, salido bueno de las manos de Dios. El futuro nos pertenece. ¡Fuera miedos! 

Archivo del blog