9 febreo 20014. Domingo de la quista semana de Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Puntos de oración

·  “Solo en ti he puesto mi esperanza” (de la oración colecta de la misa). Esta expresión de la liturgia del domingo nos hace comenzar la semana renovando nuestro si a Dios. La oración ignaciana nos lleva siempre al “todo”, al “mas”, a recordar continuamente el principio y fundamento de nuestra vida.
·  “Vosotros sois”. Así define Jesús a los discípulos, a los que le siguen, a los cristianos... Debemos agradecer al Maestro que nos hable así  y nos defina. Debemos ser así.  Es bueno reconocer la confianza que deposita Jesús en los que le siguen, y es bueno que nosotros lo reconozcamos así. Nos viene muy bien a los cristianos de estos tiempos y debe convencernos de que quien cambia al mundo, el verdadero progreso del mundo no viene de las ideas ni de los proyectos políticos. Viene de los cristianos: vosotros sois la luz del mundo.  Es el cristiano el que ilumina y sazona el mundo. ¿nos los creemos? ¿te lo crees?
·  Ser sal. Hermosa forma de definirnos llena de sentido. Nos fijamos solo en uno. La sal no existe para sí misma, sino para condimentar. La sal da sabor, y si falta se nota su ausencia. ¡todo está insípido? Nos surgen preguntas. ¿Qué me hace ser insípido? ¿Qué sabor da mi vida? Un cristiano, una comunidad, puede volverse insípida para los que le rodean. Y entonces no serie para nada
·  Ser luz. La luz tampoco existe para sí misma, sino para iluminar su entorno, permite y estimula la vida de los hombres... Tanto la sal como la luz tienen su valor en prodigar algo a otros. Son las buenas obras de los cristianos las que iluminan.
·  Aplicación: solo los santos, los cristianos fervorosos son de verdad sal y luz del mundo. Los tiempos  nos están exigiendo santidad, unidad, dedicación al apostolado, a la misión, a las buenas obras
Nos preguntamos: ¿alumbrar para qué? Nos responde el evangelio: para que los hombres vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro padre del cielo.
¡Qué gran responsabilidad y que hermosa misión la que recibimos del evangelio de hoy!
El Papa Francisco la actualiza y nos dice “si algo debe inquietarnos es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz, y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida”
Si esto no nos inquieta, nos hemos vuelto insípidos y estamos en tinieblas.

Pidámosle a María que nos haga, como ella, decir siempre Si a esta propuesta que Jesús nos hace: sal y luz.

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