1 marzo 2021, lunes de la 2ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Para comenzar nuestra oración nos ponemos en la presencia del señor, le pedimos luz al Espíritu Santo para que nos ilumine y nos acompañe en estén rato de oración.

Las lecturas de hoy nos invitan a caer en la cuenta de nuestros pecados y a pedir perdón. En la primera lectura narra una petición de perdón al señor: primero se reconoce pecador, luego se avergüenza del pecado cometido y por último pide perdón y confía en el perdón y la compasión del Señor. En este tiempo de cuaresma qué importante es reconocernos pecadores y sobre todo reconocer aquello que nos hace pecar. Que la oración de hoy, siguiendo el ejemplo de Daniel, nos ayude a reconocer nuestros pecados y a avergonzarnos, es decir, ver el mal que producen en nosotros. Dedica un momento tranquilo a repasar aquellas cosas que te van alejando, esas actitudes, pensamientos o acciones que terminan por apartarte del amor de Dios. Y quizás una buena forma de terminar o completa la oración de hoy sea pidiendo perdón al Señor y recibiendo su perdón mediante el sacramento de la confesión.

Por otro lado, el evangelio nos da un mandato de vida: “Sed misericordiosos como vuestro Padre…”  Este mandato nos recuerda cómo estamos llamados a tratar al otro, a tratar al hermano, a nuestro prójimo. De nuevo, un recordatorio muy cuaresmal, revisar como está siendo mi trato con el otro. Para esta revisión puede ayudar revisar un día de nuestra vida, metiéndonos en la piel de todos los que han interactuado con nosotros, hermanos, hijos, compañeros, desconocidos… ¿Toda esa gente que ha tenido trato conmigo, ha visto la misericordia del padre en mí? Quizás para responder a esta pregunta, primero hay que conocer cómo me trata Dios y a partir de ahí responder, con sinceridad y desde lo vivido.

Y para terminar este momento de oración nos ponemos en manos de María. Para ello tener un pequeño coloquio en el que le expongamos cómo ha ido nuestra oración hoy, cómo va nuestra cuaresma y cómo estamos nosotros. Que no descuidemos nunca momentos de dialogo íntimo con Ella, que siempre nos escucha.

Archivo del blog