17 noviembre 2021, miércoles de la 33ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Comenzamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo, pidiéndole el don de la oración y también el don que nos animan a pedir las lecturas del día de hoy: saciarnos del semblante del Señor. Aquí, ya en la tierra, pero sobre todo en el cielo, “al despertar”. Dispongámonos con estos sentimientos a entrar en presencia del Señor, en la Trinidad que nos espera para gozar de nuestra presencia.

Entrar hoy en la oración debe ser para descubrir que antes de que nosotros hayamos elegido acercarnos al Señor, Él ya nos ha elegido a nosotros. Lo vemos claramente en la lectura de Macabeos, con esa madre insistiendo a sus hijos en que nada le deben a ella, sino que todo procede al Señor. ¡Cómo nos recuerda esa madre de la Escritura a otra madre contemporánea nuestra que ha sido capaz de abrazar a la mujer que ha atropellado a su hija! Solo es posible si somos conscientes de que los dones –las minas– del Señor son, eso, regalos suyos. De que somos administradores y no dueños. Solo desde esta mirada nos liberamos de las criaturas –personas, relaciones, cosas– que el Señor ha puesto en nuestras manos y somos capaces de mirarlas con la mirada de la “eficacia” de Dios. Que no es la del éxito humano, sino la de frutos de santidad. Meditemos hoy en esas madres que han sido buenas “administradoras” de los dones, de los hijos que Dios les ha encargado. Pidámosle ese mismo don para nosotros para que al despertar, también nosotros podamos saciarnos de su semblante. 

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