4 noviembre 2021, jueves de la 31ª semana de Tiempo Ordinario. San Carlos Borromeo, obispo. Puntos de oración

Si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré? Cantamos y rezamos a menudo. Mi luz y mi salvación, que llena mi vivir cotidiano en el camino hacia la gloria del cielo. Cada día una nueva oportunidad de descubrir que mi vivir es un vivir “pascual” unido a Cristo resucitado vencedor de la muerte: Luz del mundo que disipa las tinieblas del error, del pecado. Vida nueva en el Espíritu que se me regala y se me invita a dar a los demás. No se puede vivir para sí mismo. Vivimos para el Señor. 

Sólo Dios es la referencia absoluta. Señor, que te pertenezcamos. Tengamos presente que todos compareceremos ante el tribunal de Dios. Señor, no quiero temer tu juicio. Pero que recordarlo me ayude a estar más abierto a los demás.

La aritmética de Dios no es la nuestra: ¡es de locos! Y ¡Menos mal! porque puedo ser yo la oveja perdida, la moneda perdida. Cada hombre tiene un valor inestimable. Misterio del respeto que Dios tiene por cada uno de nosotros. ¡Tú nos amas con un amor "personal"! 

En mi interior, con el pensamiento, recorro los momentos de “reencuentro”, y me alegro porque yo, y cada uno de los perdidos, somos amados infinita y tiernamente por Dios. Encontrar de nuevo a los hijos que estaban perdidos es su alegría. 

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