8 septiembre 2022, jueves de la 23ª semana de Tiempo Ordinario. Natividad de la Bienaventurada Virgen María. Puntos de oración

Hoy es un día de fiesta y alegría para todos, es el cumpleaños de nuestra Madre. En la Iglesia, que es el Hogar de los hijos de Dios, todos nos juntamos alrededor de la madre para felicitarle y con ella hacer una sola familia con un solo corazón. Aunque mucho no lo sepan, es un día de gozo para toda la humanidad porque por medio de María, la llena de gracia, se ha superado la tristeza de la primera Eva y en su Hijo, hemos sido restaurados. 

Después de las felicitaciones viene el compartir. Alrededor de la mesa, los invitados comen y se alegran. Flores, velas, adornos, aperitivos, vinos, refrescos, platos variados, regalos, canciones, chistes… Se comparte la vida misma: penas y alegrías, y al final, no puede faltar la tarta con las velas. Uf, en este caso el número de velas es infinito, tanta luz nos dice que María es Luz del Mundo.

Terminada la celebración se sale afuera, a compartir la alegría del corazón. No tenemos que inventar nada, solo hacer lo que hemos contemplado. María se fue aprisa a la montaña a ayudar a su prima Isabel que estaba en cinta. Vivió con José en Nazaret, en Caná de Galilea se ocupó de que no faltara el vino y mandó a los criados que hicieran lo que les dijera su hijo. Todo lo guardaba en su corazón. Estuvo al pie de la cruz hasta el final. Creyó contra toda esperanza y unión con su presencia y oración a la primera comunidad dispersa.

María es madre de la Iglesia y Medianera de todas las gracias. Acojámonos a su maternal protección siempre y en particular al comenzar este nuevo curso escolar. Como ella, seamos luz del mundo que ilumina a todos, sin acepción de personas.

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