13 marzo 2023, lunes de la 3ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

La curación de Naamán el sirio se ha considerado en el tiempo de Cuaresma como prefiguración de la llamada a todas las naciones a la fe y al bautismo. San Ildefonso de Toledo escribe: “Nunca deja de bautizar el que no cesa de purificar; y así, hasta el fin de los siglos. Cristo es el que bautiza, porque siempre es Él quien purifica. Por tanto, que el hombre se acerque con fe al humilde ministro, ya que éste está respaldado por tan gran maestro. El maestro es Cristo y la eficacia de este sacramento reside no en las acciones del ministro, sino en el poder del maestro que es Cristo” (Tratado sobre el Bautismo). En el bautismo, junto a la dignidad de los hijos de Dios, recibimos la gracia y la llamada a la santidad, que nos permite ser consecuentes y ser conscientes de la dignidad recibida.

Vemos en el Evangelio cómo los hombres de Nazaret tientan a Dios y quieren utilizar a Jesús, pero Jesús ha sido enviado para la salvación de todos los hombres, no sólo para la de los judíos. Nosotros lo esperamos todo de Cristo y de modo especial la salvación, pero quiere nuestra colaboración, con gran fe y amor generoso, en correspondencia al que Él nos tiene. En cada sacramento recibido, podemos orar personalmente: “es sólo en Ti con quien yo cuento, Señor, y no con mis propias fuerzas. Tú eres mi salvador”.

¡Santa Madre de Dios y Madre nuestra, intercede por nosotros, llévanos a Jesús!

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