23 marzo 2023, jueves de la 4ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Las lecturas de este día nos proponen tres claves desde las que preguntarnos cómo estamos viviendo este tiempo especial de la Cuaresma: conversión, intercesión y compasión.

Conversión

- ¿La Cuaresma me está ayudando a caer en la cuenta de mi necesidad de conversión?

- ¿En qué caminos, distintos de los del Señor, puedo andar equivocado?

- ¿Ante qué “becerros de oro” (cosas, tareas, dependencias…) me postro y adoro?

- ¿Qué actitudes, comportamientos… hacen que me esté olvidando del Señor, a pesar de haber experimentado en otras ocasiones su amor misericordioso?

- ¿Pongo en Jesús toda mi confianza para iniciar o consolidar mi conversión? ¿Estoy convencido que Él puede alcanzarme todo del Padre?

Intercesión

Caer en la cuenta de la necesidad de conversión no solucionaría nuestros problemas cuanto el descubrir que tenemos a uno que aboga por nosotros ante el Padre, Cristo Jesús. Esta es nuestra confianza, esperanza y consuelo. Si hacemos un paralelismo con la intervención de Moisés ante el Señor, podríamos decir: “Nuestros pecados merecerían que fuésemos aniquilados por ti Padre, pero Jesús, tu Hijo, el elegido, se puso frente a ti y con su Pasión y muerte apartó tu cólera de nosotros”.

Compasión

Parafraseando al mismo Jesús en el evangelio de hoy, podríamos decir que “la obra (de compadecerse de nosotros) que me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí; que el Padre me ha enviado”.

La intercesión de Jesús ante el Padre realmente nos trae buenos frutos: “Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo”.

Pedimos a nuestra Madre Santa María que nos alcance la grandísima compasión de Dios, pero que nunca abusemos de ella. Que con humildad y confianza reconozcamos nuestro pecado, volvamos nuestros ojos a Él y, sí, por intercesión del Señor Jesús, esperemos alcanzar auxilio oportuno.

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