4 marzo 2023, sábado de la 1ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Para ayudarnos en la oración, os aconsejaría representarnos una imagen del buen samaritano, apropiada, creo yo, a las lecturas de hoy. Así cuando la imaginación se nos fuera, podríamos volver a la imagen y dejarnos interpelar por ella. De lo visible llegamos a lo invisible, nos diría san Pablo en Romanos.

Yo os propongo un lienzo muy conocido de la escuela holandesa, de 1647.

El salmo nos recuerda que es dichoso el que camina en la ley del Señor (Salmo 118). La ley se presenta como la voluntad de Dios que ordena la vida del hombre. Del Deuteronomio, este libro que es el testamento de Moisés, tomamos la primera lectura. Rn ella, el hombre se compromete a guardar todos sus preceptos y, a cambio, Dios te elevará en gloria, nombre y esplendor (Deuteronomio 26, 18-19). ¡Qué profundidad tienen estas palabras, conociendo la vida de Moisés! 

En estas primeras lecturas se manifiestan dos dimensiones del amor: del hombre a Dios y de Dios al hombre.  En el evangelio encontramos la tercera dimensión, el complemento imprescindible: el amor de cada hombre hacia su prójimo.

En esta lectura del nuevo testamento aparece definitivamente claro que el amor cristiano a los hombres no tiene ningún tipo de fronteras si quiere ser cristiano. Incluye al extranjero, al enemigo, al ateo.  El texto de hoy y la parábola del buen samaritano son una explicación perfecta. En la parábola, el sacerdote y el levita creen cumplir su deber, prefiriendo su pureza a la ayuda al herido. Jesús, sin embargo, presenta como verdadero cumplidor a quien no pone límites a su amor, aquel buen samaritano.

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