Puntos de oración 14 mayo 2009.

Composición de lugar:

Es importante centrar la imaginación durante la oración imaginándonos la escena que vamos a meditar. Para los que tienen más imaginación es fácil aunque también pueden distraerse con facilidad. Todos debemos tener puesta la atención en Dios.

La fiesta del día es la elección del Apóstol San Matías. Podemos imaginarnos el cenáculo donde están reunidos dos apóstoles, presentan a dos candidatos para sustituir a Judas, echan a suertes y es elegido Matías como enviado de Jesús para anunciar al Buena Nueva a todos.

Para los que deseen meditar además el evangelio del día pueden centrar la imaginación viendo a Jesús rodeado de sus amigos más íntimos y como les habla muy confidencialmente. Imaginemos que uno de los presente somos nosotros. ¿Qué me dice Jesús?

“Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor”.

Nadie puede amar si no se sabe amado, primero de sí mismo y después por los demás. Jesús es el modelo de amigo, de enamorado, de esposo, padre, madre,… porque sabe que es amado por Dios, por su Padre.

El amor es unidad, siempre une a las personas que se aman. Por lo tanto amar a Jesús es querer ser como él, querer estar unido a él, querer cumplir sus palabras, deseos, mandamientos.

“Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

Lo que más quiere Jesús es vernos felices, contentos, realizados y por eso nos pide que nos amemos. Porque no puede realizarse plenamente la persona que no ame. A mayor amor mayor felicidad.

Aquí nos podemos detener a meditar en algunos ejemplos de la vida de Jesús que demuestran la manera de amar de Jesús:

  • A todos, sin hacer acepción de personas.
  • Con caridad: curaba enfermos, consolaba a los amigos, acompañaba a recién casados…
  • Con obediencia al Padre.
  • Hasta las últimas consecuencias muriendo en la Cruz.
  • Perdonando a sus enemigos.
  • Salvando, sin condenar.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.

Amor con amor se paga. El amor no puede pagarse con dinero, ni con obras, sólo con amor. Por lo tanto lo que Jesús quiere es que correspondamos a su amor con amor. Y esto es también lo que necesitan las personas con las que vivimos o nos cruzamos: ser amadas. El fruto que dura es el amor. La fe y la esperanza terminan pasando pero el amor permanece eternamente. Este es nuestro destino permanecer en el amor de Jesús.

Conclusión:

Antes de concluir la meditación debemos examinarnos sobre el amor. La referencia es el Señor, su estilo, sus gestos, palabras, mandamientos.

¿Amo a todos? ¿Los amo como Jesús? ¿Soy egoísta, interesado, indiferente?

Que Santa María madre del Amor Hermoso bendiga nuestra oración, nos alcance de su Hijo la gracia de amarle sin medida y de servir con caridad perfecta.

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