Estamos a las puertas de la Navidad y vemos en las lecturas del día cómo se manifiesta la GRATUIDAD de Dios y su OMNIPOTENCIA.
Dos hijos "regalo de Dios". Juan Bautista es el último de una larga lista bíblica de hijos "regalo" a mujeres que llegan a ser madres a pesar de una imposible maternidad, debido a su esterilidad o ancianidad: Sara, esposa de Abrahán y madre de Isaac; Ana, la madre del profeta Samuel; la esposa de Manóaj y madre de Sansón.
En ambos casos se trata de mujeres estériles, con el agravante de la edad en Isabel, esposa del sacerdote judío Zacarías; y en ambos casos el ángel del Señor anuncia el nacimiento de sendos hijos que estarán consagrados a Dios porque son del cielo.
Dios va siempre mucho más allá de la expectativas humanas, y lo hace cuando ya no vemos ningún horizonte abierto. Esto nos invita a una confianza ilimitada, a pesar de las contrariedades, dificultades y oscuridades. ¡Dios es y basta!
Dios rompe los esquemas habituales para realizar el plan salvador. Además se sirve de criaturas humanamente descartadas. Dios es totalmente otro, desconcertante con frecuencia, imprevisible a veces, pero siempre el que ama al hombre.
Dos consideraciones que nos ayudan a ver y a responder:
- Zacarías quiere "garantías ante la promesa de Dios: ¿cómo será eso? porque soy viejo y mi mujer de edad avanzada.
- Contrasta con la absoluta confianza y disponibilidad de María. Ella responde con un sí incondicional: "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra"
Que nosotros, siguiendo el ejemplo de la Virgen Madre, respondamos también con prontitud y generosidad a las propuestas del Señor, que nos desbordan, pero nos configuran con Él. Y estas propuestas se dan todos los días en las cosas cotidianas. Aumentemos la fe y crezcamos en el amor.
¡Feliz Navidad!