Aunque las lecturas nos lleven por otros derroteros yo sugiero centrarnos hoy en la INMACULADA. Falta tan poquito para su gran día…
Al acercarnos a la oración, vamos a pedir la humildad, y que este 8 de diciembre nos lancemos a este valle de mis miserias, con alas desplegadas para comernos al mundo. Parecernos a “la Esclava”.
La imagen es la de las apariciones de Fátima. La primera de ellas. La Virgen está en la rama de la encina, y a sus pies los pastorcitos. Yo me coloco a un costadito, viendo todo de perfil. De frente sería como muy ostentoso y detrás no vería nada.
¿Qué cualidades tienen los pastorcitos para ser elegidos? Fátima se ha convertido en el centro de difusión del amor a la Virgen y a Jesús más importante de Portugal y ¿Quién ha difundido esta devoción? ¿Los dos primos? No, porque enseguida desaparecen del mundo de los vivos. ¿Es Lucia la gran predicadora? Tampoco. ¿Entonces quien es? Mira a la escena y se lo preguntas a Ella y como ya está en el cielo, no tiene respetos humanos y te responde: Yo soy.
¿Cómo lo consigue? Te lo puedes responder tú.
¿El papel de los niños? ¿Para que sirven apostólicamente? Te lo puedes pensar y verás que para muy poco, pero son imprescindibles. Además ellos se toman muy en serio su partecita y se dedican a las grandes pequeñas penitencias. Son pocas cosas, compradas con el fruto obtenido, pero imprescindibles.
Ahora puedes sacar tus conclusiones de tu misión en la vida, para qué sirve, con qué ilusión te lo tomas, las penitencias que haces, tu humildad. Tu apostolado es pequeño, casi nulo pero tienes que confiar en Ella, y pedirla el fruto.
Sigue ahora preguntando a los de la escena. Al pequeño Francisco ¿Qué haces? A los otros dos y luego la miras a Ella y la dejas que te mire hasta que te llene por dentro y esperas a que te diga algo.
Humildad y confianza.
Puedes recordar el Magníficat… porque ha mirado la humildad de su esclava…
Si te sobra tiempo te puedes dedicar a pensar en tus compromisos ante la Inmaculada. Los que vas a hacer. Los que ya has hecho. Lo que vas a pedirla que te regale…, y sueña, sueña con cosas grandes hechas desde tu miseria, o por lo menos sueña con el amor que te tiene Dios Padre que te da esa Madre y con el que te tiene Ella, porque sabe que a Dios le gusta que te lo tenga.
También puedes pensar en la visión del infierno, donde seguramente algún conocido o familiar tuya va a ir a parar y tú lo puedes impedir. En la sugerencia - petición de María ¿quieres ofrecerte a recibir todas las cosas que Dios quera enviarte…? No temas, mi Corazón Inmaculado será tu refugio.