Petición inicial: Jesús, que no me sea indiferente la persecución de mis hermanos en los países islámicos o comunistas.
Introducción a la oración.- Al hilo de la primera lectura y de la persecución que desde el principio se alzó contra
Sería bueno que como preparación a la oración buscase alguna noticia relacionada con este tema y la leyese.
Imagino la escena.- Imagino la escena de la persecución y el martirio de Esteban, apedreado. Y de otros hombres y mujeres cristianos de entonces… y de ahora. Mezclo las escenas de
Me fijo en sus ojos y en sus labios.
¡Están alegres! ¡Y transmiten alegría! ‘La ciudad se llenó de alegría’ nos dice hoy
¿De dónde sacan esa fuerza y esa alegría? La respuesta no tarde en llegarme desde Jesucristo mismo en el Evangelio. Leo despacio el evangelio de hoy acordándome de los cristianos perseguidos y sintiendo que Jesús se lo dice a ellos –y a mí, si también yo soy de alguna forma perseguido-.
Y entiendo que la fuerza para vivir así en medio del martirio es doble:
- La esperanza en la resurrección
- La comunión con Cristo en la eucaristía
Y pienso en mis comuniones, a veces tan tibias. Y en lo poco que me acuerdo de que estamos de paso, que somos ciudadanos del cielo, peregrinos en esta tierra. Y renuevo mi amor a Cristo y mis deseos de partir al cielo y encontrarme con él.
Comunión.- Si puedo, incluyo hoy en mi plan la asistencia a misa y la comunión, acordándome también de mis hermanos perseguidos.