25 abril 2010, domingo de la 4ª semana de Pascua – Puntos de oración

Domingo del buen Pastor.
1. Introducción: Hoy domingo es un día especialmente dedicado al Señor. En la Cruzada-Milicia de la Virgen, una vez al mes tenemos por norma dedicar un fin de semana (generalmente desde el sábado por la noche hasta el domingo por la tarde) a la oración. Es lo que llamamos hacer un retiro. Este fin de semana en algunas ciudades donde estamos nos reunimos en una casa de ejercicios para hacer el retiro juntos cruzados y militantes. Ayudados por el ambiente de silencio y de oración que creamos entre todos es más fácil dedicar este día a la intimidad con el Señor. Si todavía no hacemos cada mes retiro en silencio, no obstante, cada domingo es el día adecuado para dedicar algún rato más a la oración, a la lectura de la Biblia y de otros libros espirituales, que son una buena forma de descansar del trabajo de la semana.
2. Oración preparatoria hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en presencia de Dios. Invocamos la ayuda del Espíritu Santo y rezamos mentalmente la oración preparatoria de Ejercicios: “Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad.” (EE 46)
3. Petición: Dame Señor: “Conoscimiento de los engaños del mal caudillo y ayuda para dellos me guardar, y conoscimiento de la vida verdadera que muestra el sumo y verdadero capitán, y gracia para le imitar. (EE 139)
4. Composición de lugar: hoy IV domingo de Pascua es el domingo del Buen Pastor. En la lectura de la misa se nos ofrecen las palabras de Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
5. Puntos para orar:
a. Leer despacio el evangelio del día. Allí donde halle gracia allí detenerme y no tener prisa por pasar adelante en la lectura.
b. Llenarnos de asombro al pensar que Jesús me prepara una vida eterna. El me conoce por mi nombre. Yo conozco su voz y le sigo. Llenarme de confianza en que Dios me quiere y me quiere llevar al Cielo. Ninguna fuerza podrá separarme ya de él. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
c. El evangelio se expande por el poder del Espíritu. Como a San Pablo y San Bernabé, Dios me quiere utilizar para llevar la salvación a muchos en mi ambiente. Pedirle que sea dócil a su llamamiento a traerle ovejas que ahora no están en el redil de la Iglesia.
6. Unos minutos antes del final de la oración: Avemaría a la Virgen e invocación: “Santa María, Madre de Dios y Madre mía, ayúdame a seguir al buen pastor que ha ofrecido su vida por mí, oveja que él ama”.
7. Examen de la oración: ver cómo me ha ido en el rato de oración. Recordar si he recibido alguna idea o sentimiento que debo conservar y volver sobre él. Ver dónde he sentido más el consuelo del Señor o dónde me ha costado más. Hacer examen de las negligencias al hacer la oración, pedir perdón y proponer enmienda.

Archivo del blog