Domingo del buen Pastor.
1. Introducción: Hoy domingo es un día especialmente dedicado al Señor. En la Cruzada-Milicia de la Virgen, una vez al mes tenemos por norma dedicar un fin de semana (generalmente desde el sábado por la noche hasta el domingo por la tarde) a la oración. Es lo que llamamos hacer un retiro. Este fin de semana en algunas ciudades donde estamos nos reunimos en una casa de ejercicios para hacer el retiro juntos cruzados y militantes. Ayudados por el ambiente de silencio y de oración que creamos entre todos es más fácil dedicar este día a la intimidad con el Señor. Si todavía no hacemos cada mes retiro en silencio, no obstante, cada domingo es el día adecuado para dedicar algún rato más a la oración, a la lectura de la Biblia y de otros libros espirituales, que son una buena forma de descansar del trabajo de la semana.
2. Oración preparatoria hacemos la señal de la cruz y nos ponemos en presencia de Dios. Invocamos la ayuda del Espíritu Santo y rezamos mentalmente la oración preparatoria de Ejercicios: “Señor, que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de tu divina majestad.” (EE 46)
3. Petición: Dame Señor: “Conoscimiento de los engaños del mal caudillo y ayuda para dellos me guardar, y conoscimiento de la vida verdadera que muestra el sumo y verdadero capitán, y gracia para le imitar. (EE 139)
4. Composición de lugar: hoy IV domingo de Pascua es el domingo del Buen Pastor. En la lectura de la misa se nos ofrecen las palabras de Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
5. Puntos para orar:
a. Leer despacio el evangelio del día. Allí donde halle gracia allí detenerme y no tener prisa por pasar adelante en la lectura.b. Llenarnos de asombro al pensar que Jesús me prepara una vida eterna. El me conoce por mi nombre. Yo conozco su voz y le sigo. Llenarme de confianza en que Dios me quiere y me quiere llevar al Cielo. Ninguna fuerza podrá separarme ya de él. Nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.c. El evangelio se expande por el poder del Espíritu. Como a San Pablo y San Bernabé, Dios me quiere utilizar para llevar la salvación a muchos en mi ambiente. Pedirle que sea dócil a su llamamiento a traerle ovejas que ahora no están en el redil de la Iglesia.
6. Unos minutos antes del final de la oración: Avemaría a la Virgen e invocación: “Santa María, Madre de Dios y Madre mía, ayúdame a seguir al buen pastor que ha ofrecido su vida por mí, oveja que él ama”.
7. Examen de la oración: ver cómo me ha ido en el rato de oración. Recordar si he recibido alguna idea o sentimiento que debo conservar y volver sobre él. Ver dónde he sentido más el consuelo del Señor o dónde me ha costado más. Hacer examen de las negligencias al hacer la oración, pedir perdón y proponer enmienda.