Jesús nos invita en este día a meditar en el libro de Génesis
“Señor ¿para qué he sido creado yo? Nos hiciste Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (San Agustín)
Goce el Señor con sus obras.
Que aprenda a gozar de todo lo bueno que la vida tiene cada día.
Como nos cuesta reconocer a Jesús.
Qué distinto se ve la vida desde Jesús.
¿Cómo le reconozco yo cada día?
Te adjunto esta oración que me ha gustado mucho para que la medites en este día y te ayude a tocar un poco más a Jesús en este día.
ORACIÓN DEL INMIGRANTE
Viajar hacia Ti Señor, eso es vivir,
Partir es un poco morir,
Llegar nunca es llegar definitivo hasta descansar en Ti.
Tú, Señor, conociste la inmigración,
Y la hiciste presente a todo hombre que comprende qué es vivir,
Y quiere llegar seguro al puerto de la vida.
Tú sacaste de su tierra a Abraham, padre de todos los creyentes.
Tú recordaste cuáles eran los caminos para llegar a Ti,
Por los profetas y los apóstoles
Tú mismo te hiciste emigrante del cielo a la tierra,
En el seno de tu Madre apenas concebido,
En tu precipitada fuga a Egipto, por los caminos sembrando,
El Evangelio, multiplicando el pan, sanando los enfermos,
Y regresando al Padre en tu ascensión.
Concédenos fe inconmovible, esperanza confiada y alegre,
Caridad ardiente y generosa, para emigrar con paz en el alma
Y llegar hasta Ti cada día y el último día.
Amen.
(Mons. Francisco Valdés S.)
El domingo en el Retiro me hizo mucho bien esta frase que os brindo. “Ningún sufrimiento de la vida presente tiene comparación con la gloria que nos espera” (Romanos 8-8)
Que preparemos la gran fiesta en este aniversario
“Yo te prometo que no te haré feliz en este mundo pero sí en el otro” (La Virgen a Bernatdete)
