21 marzo 2011, lunes de la segunda semana de Cuaresma – Puntos de oración

Hoy el Señor no se anda con rodeos. ‘Perdonad y seréis perdonados’. Así de sencillo. Así de radical. Hoy nuestra oración es para hacer un examen de conciencia y purificar nuestro corazón de todos los odios, rencillas, rencores, que paralizan nuestra alma para poder amar con libertad.

Comenzamos pidiéndole al Señor que nos dé luz para ver nuestros rencores, fuerza para perdonar y humildad para aceptar el perdón.

Primero.- Traigo a la mente todas aquellas personas que –en una medida o en otra- tengo algún enfrentamiento, les guardo rencor por algo, creo que no son justas conmigo… Si examino bien, seguro que encuentro no pocas personas con las que mis relaciones no son buenas.

Segundo.- Traigo a la mente aquellos fallos, pecados, miserias que se agolpan en mi corazón. Sé que no son pocos. Y muchas veces su peso me sobrepasa y aplasta. Los traigo a mi memoria con corazón roto.

Tercero.- Escucho la palabra del Señor. Releo el evangelio poniéndolo en singular, no en plural. Y oigo de la boca de Jesús que me dice, con mi nombre. No juzgues… perdona…sé compasivo…

Cuarto.- Después de escuchar al Señor, le pido fuerza al Señor para perdonar todo lo que me está pesando y he recordado antes. Y le pido misericordia para que me perdone a mí también. Doy perdón y acojo el que se me da. Siento que esto me libera. Preparo así mi corazón para hacer en cuanto pueda una buena confesión sacramental, en la que materializar este perdón dado y recibido.

Y hago un propósito… ¿A quién podría pedirle yo personalmente perdón de toda esa lista que me había salido? Hoy hablaré con alguien de esas personas y me acercaré con sencillez y humildad a pedirle perdón, a restaurar las heridas, a crear lazos de comunión.

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