19 mayo 2011, jueves de la cuarta semana de Pascua – Puntos de oración

Si cada día le pedimos ayuda a María para que nos conceda un corazón contemplativo, en este mes de Mayo ha de ser nuestra guía irremplazable en el camino que nos adentra en el conocimiento e imitación de Jesucristo.

Vivir el estilo de Jesús

El Evangelio de hoy nos lleva a tratar de configurar nuestra vida lo más posible con la del Maestro. “Os aseguro, el criado no es más que el amo, ni el enviado es más que el que lo envía….”

Siendo el Maestro y el Señor, Cristo se ha humillado a un gesto de esclavo: lavar los pies de sus discípulos.

“Os he dado ejemplo para que hagáis lo que yo he hecho con vosotros” Jesús ha llevado al extremo los gestos fraternales, incluso sobre quien le iba a traicionar dentro de unas horas.

El Dios que Jesús nos revela en su persona no es un Dios prepotente y dominador, sino un Dios humanado, que ama, que sufre, que muere en un gesto de servicio y de amor a los suyos.

Dios es amor, dijo el Evangelista y Apóstol San Juan. Y la medida del amor es amar sin medida, acuñó San Bernardo.

La medida de la grandeza de Cristo no es el poder, sino el servicio y la entrega de sí mismo hasta la muerte.

Seguir el ejemplo y el estilo de Jesús, que es lo que pedimos en la oración de hoy, no es repetir ritos, sino actitudes: amor y servicio, entrega y renuncia, obediencia y abajamiento.

El amor sincero y el servicio alegre tienen que ser los distintivos del que sigue a Jesucristo. Lo demás puede sonar muy bien, pero no llega al corazón de las personas

La elocuencia del ejemplo

En vez de teorías grandilocuentes, nuestro Maestro y modelo eligió el servicio. La escena que nos pone delante la Escritura, el lavatorio de los pies, muestra claramente cómo ha de ejercerse la autoridad: como servicio de amor.

Jesús siempre buscó transmitir su mensaje con la mayor sencillez para que fuese comprendido por todos, en especial por los pequeños.

Hoy nos acercamos a María, fiel seguidora e imitadora de Jesús, para que nos enseñe también a nosotros esta lección de servicio alegre en todo momento.

La oración siempre concluye con decisiones concretas, que nos hacen bajar a la realidad de la vida para llenarla de contenido salvador.

Vivamos hoy atentos a las necesidades que surgirán según transcurre el día.

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