Preparamos nuestro corazón poniéndonos en la presencia de Dios y pedimos ayuda al Espíritu Santo y a Santa María
Nos ambientamos en la escena que más nos ayude para “meterse en la acción como si presente me hallase.”
Procuramos hacer un breve examen al final para reflectir y sacar algún provecho
DE LA PRIMERA LECTURA DESTACO:
Alegrarse cuando uno está sometido a toda clase de pruebas
La fe probada engendra paciencia
- Cuando es acompañada de obras genera perfección y madurez
- Pedir a Dios con fe y recibirá…porque El da con generosidad sin pedir nada a cambio
DEL SALMO ME FIJO EN ESTA FRASE:
Me hizo bien sufrir la humillación, porque así aprendí tus preceptos
EN EL EVANGELIO me llama la atención que constata la falta de fe:
…comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.
Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide un signo?”
LEAMOS A LOS SANTOS PADRES Y LO QUE NOS DICE LA IGLESIA EN LOS DOS CONCILIOS ACERCA DE LA FE
El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos «a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni engañarnos». «Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación» (ibíd., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad «son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos», motivos de credibilidad que muestran que «el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu» (Concilio Vaticano I: DS 3008-3010).
La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero «la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural» «Diez mil dificultades no hacen una sola duda La fe trata de comprender» .Es inherente a la fe que el creyente desee conocer mejor a aquel en quien ha puesto su fe, y comprender mejor lo que le ha sido revelado...
Fe y ciencia. «A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber contradicción entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe otorga al espíritu humano la luz de la razón, Dios no puede negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero» (Concilio Vaticano I: DS 3017). «Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son. (GS 36,2)