4 febrero 2012. Sábado de la cuarta semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Cada vez que uno lee el evangelio, si presta suficiente atención, se pueden notar muchos detalles que delinean el carácter de Jesús, y su papel como un Dios amigo y padre. Así mismo descubrimos que aquellas palabras que pronunció hace dos mil años, continúan transmitiéndonos un mensaje colectivo o personal, aplicable a nuestra vida diaria. En esta ocasión escogeré dos, seguramente cada uno encontrará otro que le diga algo más.

"Venid solos a un lugar desierto, para descansar un poco"

Si escucháramos a Jesús decir hoy estas palabras, tal vez estaríamos pensando en el pequeño retiro que nos recomienda luego del trajinar cotidiano, en el momento de la oración diaria, en el pequeño desierto de nuestra habitación, en el que podemos alejarnos de todo aquello que parece robarnos el tiempo y más bien podemos conversar con Él y contarle sobre nuestro día, sobre nuestro apostolado, sobre nuestro batallar en el mundo interno y externo, sobre todo lo bueno e incluso los errores que hemos cometido, Él como buen amigo sabrá qué aconsejarnos. Seguramente que este será el mejor momento de descanso que podremos tener en el día.

"Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella"

Luego de mandar a descansar a sus amigos, Jesús ve a la muchedumbre como ovejas sin pastor, es decir, sin Él, sin Dios, ¿cómo no va compadecerse de ellos? ¡Lo necesitan tanto!, para que los cure, para que les alimente el espíritu, para que les guíe, que les dé la esperanza de saber que Dios está con ellos, no sólo desde el cielo sino físicamente con ellos. No dice el evangelio que curó a más enfermos en ese momento (probablemente lo hizo), pero lo que si dice, es que estuvo enseñándoles por largo rato, con lo cual podemos deducir que el pueblo no solo necesitaba de los milagros que Él hacía, sino también de sus palabras, porque seguro sabían que Él hablaba con una verdadera autoridad, con la autoridad que sólo proviene de Dios.

¿Y no hay hoy una gran muchedumbre que necesita de su pastor? ¿Que están perdidos y siguen allí equivocados?, ¿o a las enseñanzas falsas? pues si, son muchos, Jesús seguramente se sigue compadeciendo de todos, pero al mismo tiempo debe tener la confianza de que sus amigos podrán actuar por Él y con Él en el mundo, y como a Salomón (en la primera lectura) nos dará lo que necesitemos para hacerlo. Pidámosle en este ratito de oración, para que por medio de Santa María, nos ayude a ser mejores apóstoles y amigos de Él cada día.

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