23 febrero 2012. Jueves después de Ceniza – Puntos de oración

  • Leía en estos días que “el camino cuaresmal surgió en tiempo de persecución. Los que querían sumarse a la comunidad cristiana no sólo aceptaban recibir el Bautismo, sino que tenían que estar dispuestos a dar testimonio de su fe, incluso con la muerte. Este es el contexto desde donde podemos leer el evangelio de hoy…”
    • ¿Qué ocurre en nuestros días..? Al no tener que afrontar una persecución clara, concreta, concisa, es muy posible que nuestra vivencia religiosa se debilite, disminuya, o desaparezca; perdida en medio de un mundo relativista, e indiferente ante el hecho religioso.
    • Pero la pregunta de Jesús “¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?” nos recuerda que el seguimiento del Señor no admite componendas, sino que conlleva el riesgo de los todos y las nadas, a lo S. Juan de la Cruz…
  • Nos encontramos con la primera predicción de la pasión, que debió de ser privada, a solas con los apóstoles.
    • S. Mateo habla de los discípulos (Mt.16,21)
    • y S. Marcos nos dirá que después llamó a la muchedumbre (Mc. 8,34).
    • Es curioso, pero S. Lucas omite el escándalo de Pedro y la reprensión de Jesús.
  • “Y, dirigiéndose a todos, dijo: - «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.
    • Carácter universal de las palabras de Jesús.
    • Se trata de indicaciones de vida que atañen a la salvación.
    • Seguir a Jesús nos exige dos cosas claramente:
      • Renunciar a sí mismo.
      • Tomar la propia cruz. A lo que S. Lucas añade “cada día”…
    • …y se venga conmigo. Esta es la parte más consoladora de la indicación, pues nos da a entender que no vamos solos con la carga, no es una cruz al margen de la Cruz de Cristo.
  • Nos encontramos hoy con uno de esos evangelios radicales…, que nos cuestionan hasta el fondo de nuestro ser…
    • ¿Qué hemos perdido en el seguimiento de Jesucristo?
    • ¿Qué hemos dejado...?
    • ¿Cuáles son los riesgos que afrontamos en la actualidad...?
    • ¿Podemos decir con la canción en los labios: Aquí, Señor, tienes mi vida, se que no es fácil seguir tus huellas, pero con tu fuerza seré fiel.
  • Pidamos unos por otros.., animémonos unos a otros.., para que nuestro seguimiento de Cristo se total y de todos…

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