Qué bonita la lectura del libro de los Reyes
¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio! Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo, Israel, cuando recen en este sitio; escucha tú, desde tu morada del cielo, y perdona.»
Qué bonito: casi es lo que hacemos cada día nosotros cuando oramos con Jesús.
Qué cercana nuestra amistad con Jesús.
Te brindo una frase de Santa Bonifacia: “Dios está delante de mí y yo delante de Él; me está viendo, me está mirando.”
¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
¿Ansío estar con el Señor?
¿Me ayuda la oración del militante?
¿Me es útil la guía de oración que me regalaron en las convivencias de Navidad?
“Solamente Cristo puede responder a vuestras aspiraciones. Dejaos conquistar por Dios para que vuestra presencia dé a la Iglesia un impulso nuevo” (Benedicto XVI, JMJ Madrid 2011)
El evangelio nos habla de amor a Dios, al prójimo y lo centra en el amor a los padres.
Ayer hablaba con un alumno. Me dijo que había fallecido su madre. Le dije que le pidiera ella que le diera fuerza para terminar los estudios.
Si te ayuda en el rato de oración…
- Ver cómo amo a mis padres.
- ¿Cómo amo a Dios y cómo amo al prójimo?
El que sigue a Jesús lo honra con los labios, con el corazón y con la vida.