En esta ocasión voy a poner antes de las lecturas de la Misa un comentario, pensando en aquellos que quizás quieran dedicar un rato por la mañana a hacer oración junto a la Virgen. Dado que las lecturas que la liturgia escoge para hoy son las que se incluyen en la Vigilia Pascual y son, por tanto, de resurrección.
Al sábado santo se le denomina el día más mariano del año por ser aquel en el que, muerto nuestro Señor, huérfanos de Dios, sólo nos queda María, la Madre dolorosa.
Y voy a transcribir literalmente unos párrafos del Papa Francisco sobre la Virgen en Evangelii Gaudium que seguro nos ayudarán en nuestra oración:
María, regalo de Jesús y estrella de evangelización
“Al pie de la cruz, en la hora suprema de la nueva creación, Cristo nos lleva a María. Él nos lleva a ella, porque no quiere que caminemos sin una madre, y el pueblo lee en esa imagen materna todos los misterios del Evangelio. Ella, que lo engendró con tanta fe, también acompaña «al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús». [285]
María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la esclavita del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la espada, que comprende todas las penas. Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios. [286]”
“Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.”