2 junio 2014. Lunes de la séptima semana de Pascua – Puntos de oración

Desde el domingo pasado la Iglesia ha entrado en Cenáculo con María la Madre de Jesús... Ha entrado la Iglesia y hemos entrado nosotros con ella, pues somos Iglesia. Esto significa que esta semana tiene que ser una semana especial.., distinta.., si es que queremos recibir la fortaleza de lo alto, y poder salir al mundo como hombres y mujeres renovados...
¿Qué hizo la primera comunidad cristiana para que bajara sobre ellos el Espíritu Santo?
  1. Permanecieron en la ciudad.
  2. Se recogieron junto a María.
  3. Experimentaron su necesidad y pobreza.
  4. Intensificaron su oración.
  5. Y esperaron con confianza su venida.

1. Permanecieron en la ciudad:
Jesús les dijo: "Mirad, yo voy a enviar sobre  vosotros la promesa de mi Padre; vosotros por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que viene de lo alto." (Lc. 24,49).
La ciudad es el lugar donde Dios quiere que estemos para nuestra propia santificación, y para la evangelización de los demás. Descubramos que es en el mundo donde Dios nos quiere santos, y nos quiere santos para santificar el mundo...
Venzamos la tentación del miedo y de la huida..., pues la victoria de Cristo es nuestra victoria... Recordemos orando, cómo termina el evangelio de este día: "Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo." (Jn.16,33).
2. Se recogieron junto a María:
"Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús..." (Hch. 1,12-14).
La Madre de Jesús es mi madre, y nunca tan madre como cuando esperamos la venida del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros... Dejémosla que nos prepare, como solo ella sabe hacerlo... Solo nos pide permanencia…
3. Experimentaron su necesidad y su pobreza:
Pentecostés es también hoy, aquí, y ahora..., pero no siempre experimentamos sus dones..; y es que para que se dé su plenitud, es necesario constatar nuestro vacío...
4. Intensificaron su oración:
¿Cómo no orar? ¿Cómo no orar más..? ¿Cómo no orar siempre.., si es que queremos experimentar su paz, en medio de nuestra turbación y miedo..? "La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde." (Jn. 14,27).
5. Y esperaron con confianza su venida:

¡Cómo nos cuesta esperar, tanto en lo humano como en lo divino..! ¡Pero que necesaria es la espera..., cuando de Dios se trata...! ¡Solo quienes sabes esperar, demuestran que saben amar..., y entonces Dios los colma! Esperemos con confianza un nuevo Pentecostés 2014...

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