“Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará”. Esta frase que dice Jesús a Pedro
clarifica varias cuestiones:
a) Que en el plan de Dios no está el que mientras Él actúa nos quedemos
mirando, si no que quiere nuestra ayuda, cada uno en su lugar, y quiere líderes
activos para llevar su enseñanza por todo el mundo.
b) Quiere que todos los que le seguimos, los cristianos, estemos unidos, y
que cuando él no esté en Persona, tengamos a alguien que nos guíe, el Papa,
persona de referencia. El primero que desempeñó este cargo fue San Pedro.
c) Pedro fue elegido por Dios; todos los Papas son elegidos por Él y tienen
una especial intercesión del Espíritu Santo
d) “El poder del infierno no la derrotará”. La iglesia, anuncio del bien,
no será derrotada por el mal; confiemos plenamente que el bien tiene más poder
que el mal, el amor más que el odio; el demonio tiene más poder que nosotros,
pero Dios más poder que el demonio.
¿Y ahora? ¿Qué me va a decir Jesús en la oración? (Tú eres...., y de ti voy
a hacer..., y te pido...). Estemos atentos a la voz del Señor que nos guía en nuestro
caminar, no tengamos los oídos taponados.
Imitando las virtudes de la Virgen María, que supo decir sí con plenitud al
“Tú serás la Madre de Dios”, orientémonos hacia el Señor y su plan de salvación
en y con nosotros. Así sea.