Este es el texto del Aleluya” antes de iniciar ella lectura del Evangelio de hoy: “Os enviaré el espíritu de la verdad –dice el Señor-; Él os enseñará la verdad plena”.
Estamos suplicando a lo largo de esta semana con insistencia de enamorados y mendigos los siete dones del Espíritu Santo. Hoy se celebrarán en multitud de Iglesias, parroquias y comunidades la Vigilia de Pentecostés. Estos siete dones brotan del corazón abierto de Jesús. Nos los quiere regalar para que se haga realidad el encuentro deseado a lo largo de los años, en un abrazo del que ya nadie nos podrá separar. “Nada ni nadie nos separará del amor de Dios…”
El Evangelio nos relata esa escena entrañable tras la última aparición de Cristo resucitado en el lago de Tiberiades a sus discípulos.
Jesús toma a parte a Pedro y comienza un diálogo con él. “Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo amado a quien Jesús tanto amaba…” Al verlo, Pedro dice a Jesús: -“Señor, y éste ¿qué?”.
Jesús le contesta: - “Si quiero que este se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme”.
Pero lo importante, es que Jesús te ha llamado a ti y a mí, y él lo que te pide es que seas tú el que le sigas. “Tú, sígueme”. Lo que haga el Señor con tus amigos, con tu familia no te debe preocupar porque para todos se queda Él y le seguirán cada uno a su manera. “Tú, sígueme, aquí y ahora”.
Recuerdas también este texto: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Primero quiere mi cercanía e intimidad para que le sienta presente realmente todos los días de mi vida. Y además toda nuestra vida vivirá de esperanza porque siempre estará cerca de nosotros, no podremos ponernos fuera de su alcance.
Y para terminar un texto de Abelardo que hoy leeremos al atardecer en este mes del Corazón de Jesús:
“Entremos en esta locura del amor divino. Cuando Jesús estaba para salir de este mundo, fue cuando más mostró el fuego de su amor. En el momento de morir, cuando el hombre se agarra más a la vida y se olvida de todo, Jesús se desprende de la suya y se acuerda de nosotros. Y hecho pan se dio a los suyos en alimento. Y los suyos comieron para tener vida. Él muere, nosotros vivimos”.
Santa María de la Visitación, prepáranos, en este Pentecostés, para recibir los siete dones del Espíritu Santo.