Por favor,
provéelos para el viaje como Dios se merece. Debemos prepararnos según el camino que está
haciendo cada uno; si nuestra batalla está en que somos perezosos, tenemos que
marcarnos unas pautas de actuación para no caer (poner un horario, no retrasar
las actividades que debo hacer), en que tenemos mal genio o un carácter fuerte,
debemos controlarlo con pequeños momentos de generosidad. Todo aquello que
debemos corregir es un camino, es un viaje que nos debemos marcar en nosotros.
Te portas con
plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son
extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí. ¿Cómo es
nuestro trabajo con los compañeros de trabajo que nos caen mal, no conocemos o
no les atendemos correctamente?
Había un juez
en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. ¿Cómo es
nuestra actitud ante Dios?: no le tememos, o no nos importa, o no queremos
complicarnos, no estamos pendientes de lo que nos comunica (cosas para hacer
bien). Estamos con el corazón pendientes de cada acción que realizamos, con
temor de lo que nos suceda en el futuro, con importancia a todo lo que se refiere
a la Iglesia o parroquia.
Hazme justicia
frente a mi adversario. Siempre pedimos justicia con las personas que vemos, en la calle, haciendo
mal las cosas… ¿Creéis que Dios debe tener la misma justicia con nosotros?
Debemos aceptar que no somos jueces para decir cómo deben actuar los demás.
«Fijaos en lo
que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le
gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin
tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la
tierra?» Esta
justicia que debemos recibir son las peticiones que vamos pidiendo; muchas
veces se nos conceden, otras, por la misericordia, no se hacen realidad. Es que
Dios nos quiere hacer un bien en otros momentos (debemos aceptar que Dios ve
nuestro futuro y sabe lo que nos conviene).
San Alberto
Magno
Nació por el
año 1206 en Lauingen (Alemania), cerca del Danubio. Estudió en Padua y en
París. Se hizo dominico.
Ejerció el
profesorado con mucho éxito en varios lugares desarrollando una impresionante
labor intelectual.
Ordenado
obispo de Ratisbona, puso gran empeño en lograr la concordia entre sus
contemporáneos, llevando a buen puerto misiones de paz. Su producción literaria
es importante en el campo de la filosofía y teología y también en el de las
ciencias naturales.
Murió en
Colonia el año 1280.
Constancia en
nuestras actividades y un gran amor con Dios en nuestra oración.