Comenzamos la semana más importante
para los cristianos, y comienza con Jesús visitando a sus amigos. Qué preciosa
imagen de la humanidad de Cristo, un corazón entregado por toda la humanidad,
universal, que ama a cada uno de forma única y que aun así hay algunos que son
especiales. ¿Somos realmente amigos de Jesús? ¿Cómo cuidamos nuestras
amistades? ¿Dedicamos tiempo a las personas que están en nuestra vida, para
hablar, sentarnos a la mesa, perfumar y dejarnos perfumar como hace Jesús en
esta escena?
También os invito a pensar en Marta,
María y Lázaro. Las famosas figuras de Marta y María, una sirviendo, otra
cerquita de Jesús. Pero hoy me gustaría fijarme más en Lázaro.
“Los sumos sacerdotes decidieron
matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y
creían en Jesús."
Lázaro es testigo de lo que Jesús
puede hacer, quizás ese sea nuestro papel hoy, mostrar al mundo las maravillas
que Dios hace en mi cada día. En la alegría y la coherencia de cada día, ser
testigos de nuestra amistad con Jesús.
Dediquemos un tiempo, a estar con
Jesús, no debe estar pasándolo demasiado bien, se acerca el momento del
sacrificio y ve cómo la gente sigue sin entender su mensaje. Vamos a llenarle
de perfume, de lo mejor que tengamos, a escucharle cómo nos pide vivir estos
días tan importantes, seguro, muy muy cerca de Él.
María, silenciosa sufridora, esclava
del Señor, madre de Jesús amigo y madre mía. Llévame en tu corazón, hazme todo
tuyo.