Escogió de entre ellos a doce.
Hay muchísimas personas que tienen una
confianza casi total en la intercesión de San Judas Tadeo. Parece ser el santo
que interviene para que se solucionen o superar las “situaciones más
complicadas e imposibles”. En realidad estas personas sencillas tienen fe y
piden a Dios su ayuda incondicional con total confianza tomando como mediador,
como intercesor a San judas Tadeo. Este apóstol, que siguió tan de cerca a
Cristo, que entregó su vida derramando su sangre por amor, por ser
testigo fiel Jesucristo. Sí, él fue llamado y
escogido.
Yo he sido llamado y escogido para
seguirle de cerca. Es un regalo, un don recibido del
Señor, que se haya cruzado en mi vida, y trato de seguirle. Lo tengo bastante
fácil, cada día, solamente este día, él me coge de la mano y me ayuda a caminar
el trecho que me corresponde. No me da mucha provisión para el camino,
sólo el necesario. Mañana de nuevo, en la oración, me mirará, me llamará
y me dirá “si le quiero seguir”. Él por tanto me ha escogido, pero
quiere que colabore dejándome guiar y siguiendo sus huellas.
Que sea uno de los llamados y también de
los escogidos. Y si todavía me siento muy lejos de Él, que reconozca mi pobreza
y haga lo que realizaban las personas que le seguían. Y ¿por qué le
seguían?
Esto nos dice el Evangelio de Hoy:
“…después de pasar toda la noche en oración en soledad, en un monte, cuando se
hizo de día, escogió entre los discípulos a doce a los que también los nombró
apóstoles: Pedro y Andrés, su hermano; Santiago, Juan Felipe…”
Que ¿por qué le seguían? Esto nos dice
el evangelio de hoy:
“Venían a oírlo y a que los curara de
sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y
toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba
a todos”.
Disponemos ahora de un rato de oración
para escucharle, para tocarle… de esta manera descubriré la misión que me
encomienda. Si le miro y le toco me transformaré en lo que miro y toco. Lo
mismo que María, si la miro y la toco me convierto en su Hijo. Y seré otro
Cristo. Él lo hará todo en mí.