15 junio 2021, martes de la 11ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

Espero que te ayuden estas palabras que te pongo a continuación para llevar a cabo con fruto este rato de oración. Dedícale este tiempo al Señor en la soledad acompañada por Él.

Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.

Te invito a que en esta predisposición y con la ayuda del Espíritu Santo, medites con calma la palabra de Dios que hoy nos ofrece la Iglesia. Te propongo, si te ayuda, que el hilo conductor para llevar a cabo tu oración de hoy sea el desear amar como ama Cristo, hasta el extremo. Este es el mes de Su Sagrado Corazón, ese corazón traspasado por amor a nosotros y para abrirnos en él, el camino que lleva al centro de su Amor. ¿Y cómo puedo amar como ama Cristo? En la primera lectura de la Carta de S. Pablo a los Corintios podemos leer cómo los cristianos de Macedonia, aún en la prueba y la necesidad, se dieron con tremenda generosidad, se dieron a sí mismos y practicaron la caridad verdadera. Eso es amar al ejemplo de Jesús: darte por entero y dar incluso más que a ti mismo. San Pablo nos lo recuerda: “Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre, para que vosotros, con su pobreza, os hagáis ricos”. Esa es la Caridad a ejemplo del Señor que se hizo pobre y humilde. Para poder amar así hay que conocer al Maestro y se le conoce en el diálogo que es la oración. Por ello, la oración es clave, ya que con ella comprendemos y nos asemejamos al Pastor que da la vida por sus ovejas, al Pastor perfecto. La oración es también alabar a Dios, como nos lo recuerda el Salmo que acompaña a las lecturas de hoy: “Alaba, alma mía, al Señor”. “Alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista”.

Ya tenemos dos claves para amar como ama Jesucristo, la caridad y la oración. En el Evangelio se nos recuerda también esto: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian”. Eso es amar al estilo de Cristo, hasta el extremo, hasta la incomprensión. “Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo” y como quiere el Señor: “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.

Sagrado Corazón de Jesús, ayúdame a comprender el amor tan grande que me tienes y ayúdame a negarme a mí mismo para darme a lo demás como tú lo haces. Madre querida, ayúdame a acercarme cada vez más al corazón traspasado de tu hijo, del cual mana agua que me purifica y me da vida.

Sagrado Corazón de Jesús en vos confío, dulce corazón de María sed mi salvación. 

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