Puntos para la oración 3 marzo 2010

A un mes del Semana Santa meditamos sobre este tercer anuncio del misterio pascual.

“Dar su vida en rescate por muchos (por todos)”

El evangelio de hoy termina con una interpretación de la muerte de Jesús; la intención con la que Jesús va a Jerusalén: “dar su vida en rescate por muchos (por todos)”. El acto de amor con el que Jesús da su vida repara los pecados de todo el mundo. Pidamos a Jesús participar de su amor para que nuestra vida se una a su redención por nuestra fe, esperanza y caridad (que Él nos da). Juan y Santiago se ofrecen entusiastas a la tarea: participar de la vida de Jesús es para ellos su vida. Jesús les confirma en su seguimiento aunque deben subordinarse a la voluntad del Padre como Él mismo se subordina (“es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre”).

“Tomando aparte a los Doce”

Es importante considerar que Jesús está con los Doce. Ellos serán los enviados a prolongar la misión de Jesús, por eso es importante que comprendan bien el significado de lo que va a suceder. El domingo pasado vimos como Jesús, previendo el escándalo de la Cruz, sube con Pedro, Santiago y Juan al monte Tabor donde conversa con Moisés y Elías sobre lo que va a suceder en Jerusalén. La Iglesia quiere que nosotros en este tiempo de cuaresma profundicemos en nuestra fe. La meditación tiene como fruto esa comunión de fe con la Iglesia, ese profundizar en la comprensión de los misterios (acciones de Dios) cristianos.

¡Señor confírmanos en tu seguimiento!

Renovemos en este día nuestra entrega entusiasta a Jesucristo que nos ha reunido en su Iglesia. Hagámoslo como Santiago y Juan. Así recibiremos la invitación a vivir como Jesús en actitud de servicio en nuestra vida cotidiana, con nuestro apostolado,… Tengamos siempre grandes deseos que el Señor con su gracia nos los ira realizando.

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