Sábado 10ª sem de T. Ordinario – Inmaculado Corazón de María – Puntos de oración

a) Vamos a iniciar nuestra oración con el salmo responsorial de hoy:

El salmo 15 de la Vulgata puede denominarse una oración de esperanza mesiánica. El autor expresa con profundo sentimiento su adhesión a Yahvé como único bien suyo. Esta composición alcanza una de las cumbres religiosas más altas del Antiguo Testamento, que preludian la doctrina del Nuevo Testamento en materia de escatología individual.

Destacamos algunos versículos, para orarlos con el corazón:

V. 1b. Protégeme, Dios mío: el sentido original es "consérvame en esta unión contigo". Siguen los motivos para ser oído: me he acogido desde siempre a ti, Yahvé (cf. Sal 10,1).

V. 2. Sigue el mismo pensamiento. Tengo dicho desde siempre, como promesa inquebrantable, a Yahvé: Tú eres mi Señor, Señor mío (Adonay), en oposición a otros dioses y señores. Tú eres todo mi bien exclusivo. Cualquier verdadero bien mío no está por encima o fuera de ti.

V. 5. Porción de mi lote: Yahvé es la parte que constituye mi lote, porción o ración; es "la parte de mi copa" o mi copa: más que la suerte sacada del vaso o copa, la distribución de bebida que me ha tocado en el convite.

VV. 7-8. Al ponderar el salmista la excelencia del don recibido, expresa su agradecimiento a Yahvé, que le fue buen consejero. A Yahvé atribuye que en su interior, hasta en tiempo de la más tranquila reflexión, por las noches, le siga instruyendo y aficionando al don.

Goza en afirmar su continua intimidad de trato con Yahvé. Si le tiene a su diestra en el combate o en el juicio, su confianza de auxilio seguro se verá cumplida.

V. 9. Expresiones de íntimo gozo y regocijo terminan las afectuosas consideraciones precedentes. Mi carne descansa serena: el regocijo gozoso de misteriosa esperanza se extiende a la carne. Morar en seguridad o descansar serenamente, dicho de Benjamín (Dt 33,12) y de Israel (Dt 33,28), se entiende de la vida tranquila y próspera que tendrán en su tierra; aunque el sentido se amplía mucho más para el que escucha la Sabiduría (Prov 1,33). La plena luz a esta palabra la dará la parte final del salmo.

V. 10. No abandonarás, "no me entregarás": paralelismo de oposición: si soy tu devoto, entregado a ti para siempre, tú no me abandonarás nunca. La corrupción: algunos lo hacen sinónimo de fosa. Expositores antiguos y modernos, judíos y cristianos, han entendido siempre aquí “sahat” por la corrupción de la muerte. Además, el testimonio de Pedro y de Pablo aplicando este pasaje a la resurrección de Cristo, prueba que así al menos ellos lo entendieron (Hch 13,35-37). La Pontificia Comisión Bíblica, en respuestas de 10 de mayo de 1910 y de 1 de julio de 1933, declara que un cristiano no puede rechazar el mesianismo de este salmo, porque la interpretación de Pedro y de Pablo es auténtica.

b) Para contemplar el Evangelio de hoy, uno de los más difíciles de interpretar, relativo al desarrollo armonioso y a la "sabiduría" creciente del Niño, vamos a hacerlo desde el Corazón de la Virgen María. El evangelista S. Lucas señala que María "conservaba todas esas cosas en su corazón" (v.51).

Al redactar este relato, unos cincuenta años después de este acontecimiento, Lucas sabe qué misión presagiaba este episodio, y su forma de escribir permite que el lector lo comprenda también: estos acontecimientos hay que leerlos a la luz de la Muerte y de la Resurrección del Señor.

La sabiduría de Cristo ha consistido, para Lucas, en comprender los designios del Padre sobre Él y en anteponer su cumplimiento a toda otra consideración. Sus padres no comprendieron todavía esa sabiduría; pero, al menos, respetan ya en su Hijo una vocación que trasciende el medio familiar.

ORACIÓN FINAL:

Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos la invocan, concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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