1. “David sintió remordimiento de haber hecho el recuento de la población”
El gran rey David, el elegido, el que venció al gigante “en el nombre del Señor” siente remordimiento porque se ha quedado en “evaluar sus fuerzas”, en “dar al mazo” sin contar con Dios, sin abandonarse en Él.
2. “Tú eres mi refugio, Tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación”
Perdón, Señor. Confieso mi miseria, la acepto… y me refugio gozoso en Ti.
3. “Y Él se asombraba de su falta de fe”
Claro, Señor, eres uno más, del montón, el hijo del carpintero, el de la “Señá María”, ¡vaya currículum! ¿Y tus maestrías y doctorados?
Señor, creo, pero AUMENTA MI FE.
Estamos a un día de la gran fiesta de la Candelaria, de la presentación de Jesús en el Templo, de tu “purificación”, y bien cerca de Lourdes.
Madrecita mí, Tú sí que creíste, róbame el corazón para que crea de verdad. Como decía el P. Carlos Pozzo: “Corazón de Jesús de Ti sí me fío”.
Buena preparación para el año de la fe.