Preparando muchos el campamento, donde viviremos de forma especial la Campaña de la Visitación, nos acercamos a las lecturas que nos presenta la liturgia de la Iglesia para este día, junto con el santo del día San Ireneo de Lyon, un santo padre de la iglesia de los primeros siglos de la Iglesia donde ser cristiano equivalía a ser mártir, algo parecido a lo que sucede hoy serlo en un país musulmán donde la persecución es atroz pro tantos casos como tenemos recientes. Tenemos que agradecerle que sea uno de los que contribuyó a que se mantuviera íntegro el Evangelio de Cristo, como nos dice el P. Tomás Morales en su semblanza.
“Dios se hizo hombre, para que el hombre se hiciera Dios” es la síntesis de su enseñanza durante toda su vida, su empeño y entrega más completa a esta realidad del cristiano que por las aguas del bautismo entra a formar parte de la familia de Dios, hijo de Dios, ¡qué insondable verdad! Vivida tenemos resueltas todas nuestras dudas. No tenemos más que acudir al Padrenuestro, donde tenemos esta hermosa herencia.
Haba de la Virgen con el título de “Nueva Eva”, que quizá se lo escuchó a San Policarpo que era a su vez discípulo de san Juan como él mismo cuenta: “Recuerdo cuando siendo niños, en el Asia Menor nos sentábamos junto a Policarpo… que parece nos acompaña siempre y se afianza al correr de los años. Podría señalar el sitio en el que él se sentaba para enseñarnos,... recuerdo que nos contaba de su trato con Juan y los demás que vieron al Señor. Nos repetía que ellos contemplaron al Verbo de la Vida, sus milagros, oyeron sus palabras…”
Los santos son nuestros mejores amigos y más si son mártires y nos enseñan a :
1º Ser testigos. Testigos creíbles como nos pregunta el papa Francisco: ¿Somos creíbles hoy? Si lo somos, arrastraremos a las almas a Dios como ellos.
2º Ejemplares en el cumplimiento de nuestras tareas, creativos, emprendedores o como se oye hoy, innovadores, ante una sociedad en crisis, tenemos la respuesta más eficaz: Cristo, el Verbo de la Vida que ha sabido darla por sus testigos en la Iglesia, los santos, quienes han puesto luz en medio de tanta tiniebla. Escuchemos al papa Francisco, sigamos su ejemplo, aprendamos de sus gestos y su palabra acertada para estos momentos.
3º Vivamos la Campaña de la Visitación, saliendo de nosotros mismos, como la Virgen, que, presurosa reparte alegría por los caminos y a su prima Isabel y a su hijo, santifica, porque lleva Jesús en sus entrañas. De la misma forma, también nosotros con Cristo dentro, fortaleza en la oración seamos sus seguidores en este verano que para muchos será un invierno en sus corazones.
El Evangelio del día también nos pone en marcha, es el llamamiento de Mateo. Hoy como entonces, Jesús sigue llamando. Que no seamos sordos a su llamamiento. Nos llama a la oración, donde podemos encontrarlo, que no la dejemos ni un día, son los mejores encuentros de nuestra vida. Espera nuestra respuesta con paciencia. Tiene tanto respeto a nuestra libertad, que quiere una respuesta del corazón que ama, libre, sincera y total.