28 febrero 2016. Domingo de la tercera semana de Cuaresma (Ciclo C) – Puntos de oración

Hoy es domingo y vamos a procurar hacer nuestro rato de oración dedicando toda la atención y todo el tiempo necesario. La lectura de la sagrada escritura debe ser hoy más tranquila y haciendo oración con ella.
            Nos ponemos en la presencia de Dios y hacemos un acto puro de amor de Dios. Recordamos con Santa Teresita y nos ofrecemos a ser amados por Jesús en este rato de oración; ojalá se prolongue para siempre.
            Los textos de las lecturas de hoy nos ayudan a sentir la misericordia de Dios. En la primera lectura vemos como el corazón de Dios se enternece por los sufrimientos que su pueblo está pasando en Egipto y manda a Moisés para que saque al pueblo del estado de postración y esclavitud en que se encuentra: “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Voy a bajar a liberarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra, para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel”.
            Estas palabras están cargadas de verdadera misericordia: Dios se fija en las miserias de su pueblo y se le enternece el corazón. Dios siempre se está fijando en nosotros  y siempre escucha nuestras peticiones, se fija hasta en los detalles más ínfimos. Saber que tengo al Señor mirándome con cariño, con amor y que está siempre dispuesto a ayudarme y a darme todo lo que más me conviene: “El Señor es compasivo y misericordioso”.
            El Evangelio de San Lucas es el evangelio de la misericordia. Las parábolas más jugosas aparecen en este evangelio. Jesús se muestra paciente y misericordioso. Yo veo reflejado a Jesús en el personaje del criado: el Señor quiere cortar la higuera porque lleva mucho tiempo sin dar fruto y el criado interviene: “Señor, déjala todavía este año, yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”
            Dar otra oportunidad más es cosa de Jesús, siempre te da otra oportunidad; estoy seguro que si ese año sigue sin dar fruto, le pedirá al señor una nueva oportunidad. Qué  alegría me produce tener un señor así: siempre intercede ante el Padre y siempre te da una nueva oportunidad. Tenemos un buen abogado.
Te invito a ver el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=3R8UkUIhKnQ

            Terminaremos nuestro rato de oración pidiéndole a la Virgen que haga nuestro corazón como el suyo, que nosotros también seamos misericordiosos y aprendamos a dar una nueva oportunidad a los que nos rodean.

Archivo del blog