6 febrero 2016. Sábado de la cuarta semana de T.O. – San Pablo Miki y co. – Puntos de oración

En el siglo XVI unos 2.000 japoneses se convierten gracias a las palabras de san Francisco Javier. Tres décadas después el número de católicos ha ascendido notablemente y,  ante un edicto de persecución emitido por el emperador, 26 cristianos mueren aplaudidos por un pueblo alegre dispuesto a morir si es necesario.
En nuestro cómodo occidente del siglo XXI, ¿estamos dispuestos a llevar con alegría que no siempre se nos entiendan nuestras decisiones cristianas? ¿Dispuestos a que hablen mal de mí mis compañeros, mis familiares o incluso amigos? ¿Que se rían de mí, o posiblemente a quedarme sin un puesto de trabajo?  Porque esta aparente comodidad se puede ir; y ¿entonces  tendré el coraje de seguir siendo cristiano? ¿O diré “No merece tanto la pena”, “Yo no sirvo para esto”?
Las grandes decisiones  se preparan con muchas pequeñas decisiones en nuestro campo de aprendizaje, que es nuestra vida cotidiana; ofreciendo el día por alguien desde la primera acción de todas (que es levantarse de la cama cuando toca); no buscando todo el rato la realización de mis propios caprichos, sino buscando el bien del prójimo (en el presente, pasado y futuro); amando en cada acción…

No es fácil, lo sabemos. Ser seguidor de Cristo es difícil, pero aún es  más hermoso y apasionante, y por eso pedimos ayuda a la Virgen María, para que de su mano, podamos avanzar en el camino de conocer al Señor, purificando nuestros pecados para tener un corazón puro y mártir, que Le pueda ver cara a cara.

Archivo del blog