9 febrero 2016. Martes de la quinta semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

A las puertas de la Cuaresma, ponernos en presencia de Dios
Es la Semana dedicada a la Campaña contra el Hambre en todo el mundo. Manos Unidas, mundo vencido. Plantea cara al hambre: siembra. Qué bonito el lema. 
Escucha la súplica que tu siervo y tu pueblo Israel entonan en este lugar. Escucha tú, hacia el lugar de tu morada, hacia el cielo, escucha y perdona.
Escucha y perdona. Qué bien nos hace escuchar y cuanto nos cuesta perdonar. Sin embargo  que bien cuando lo hacemos.
El salmo nos dice ¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!  Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir con los malvados
El evangelio nos habla de lavarnos las manos.  De amar a nuestros padres
“Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”. Y añadió: - Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte”.
Dos graves peligros amenazan la piedad autentica: basarse en tradiciones humanas olvidando la voluntad  de Dios, y creerse superior a los demás. Que nos preparemos con paz al tiempo litúrgico que comenzamos.
Durante los cuarenta días que dura la Cuaresma, quiere la Iglesia que nos acerquemos más a los misterios  de la Semana Santa: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. Te brindo que medites el nombre.
CUARESMA, deletreando el nombre.
Ceniza; Unidad; Alegría; Reflexión; Eucaristía; Soledad, Silencio; María Amor.
Solo amando en cada instante, podéis salvar a esa cantidad de almas cuya eternidad depende de vosotros. Piénsese que el único camino para que el Amor, Dios, se apodere del mundo, es enseñar a todos a saber sufrir y amar, viviendo para los demás.
Jesús es tentado por Satanás. Qué evangelio más bonito para vivir este tiempo litúrgico que la Iglesia nos presenta. Si eres hijo de Dios... Todo esto te daré si postrándote…
Pues si Jesús, siendo Dios, fue tentado, cuántas veces nosotros sentiremos esa tentación, ese cansancio en la vida. Volvemos a Él y le podemos decir: Señor dame fuerzas para vivir cerca de ti.
Nos dice el Papa Francisco en su mensaje de la Cuaresma de este Año Jubilar que “es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial, gracias a la escucha de la Palabra y las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto nunca hay que separa las obras corporales de las espirituales.

No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez  (Cf. Le 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor. (cf. Le 1,38)”

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