Antes de iniciar nuestro rato de
oración hacemos el esfuerzo de ponernos en la presencia de Dios. Estos días es
más fácil porque consiste en meternos dentro del portal y allí asombrarnos
tanta misericordia que se derrama por nosotros.
Cuenta una antigua leyenda que cuando
los pastores recibieron el aviso del nacimiento del mesías y todos se
dispusieron a acercarse a Belén con regalos para el recién nacido, uno de
ellos, muy joven, no tenía nada para llevarle y se fue con las manos vacías. Al
llegar a la cueva encontraron a la Virgen con el niño en brazos; los pastores
se acercaron para entregarle los sencillos regalos que portaban. María no podía
tomar los regalos porque estaba sujetando al niño, vio al pequeño pastor a su lado
con las manos vacías y le pidió que sujetara al niño mientras tanto.
Que tu oración hoy transcurra de la
misma manera: con Jesús niño en tus brazos porque te ha pedido la Madre que se
lo guardes un momento. Si tienes las manos vacías puedes conseguir ese premio.
Mira al niño y aprovecha para decirle todo lo que quieras.
Hoy celebra la Iglesia la fiesta de
los santos inocentes. Herodes se ve burlado por los magos que no pasaron de
nuevo por su palacio para decirle quién era el “mesías” nacido en Belén. Y en
uno de sus gestos característicos manda matar a todos los niños de Belén y
alrededores. Son los primeros mártires que dieron la vida por Cristo; la
Iglesia los venera como mártires y como santos.
Hoy son muchos millones los niños que
son sacrificados con el aborto, niños que son asesinados dentro del seno de sus
madres, sólo en España unos cien mil legalizados el año pasado, que los no
declarados son más. Estos niños son asesinados porque molestan a mi bienestar,
porque no vienen en el momento adecuado. Le pedimos al Señor por el alma de
todos esos niños: que se conviertan en más ángeles que velan por los seres
humanos.
También José, María y el niño tuvieron
que salir huyendo porque Herodes los buscaba para matarlos. Cuántas familias de
cristianos y no cristianos también tienen que huir de su tierra porque son
buscados para matarlos. Millones de personas forman esos ríos de desterrados y
desplazados que huyen de la guerra y del odio. Muchos de ellos llaman a nuestras
puertas europeas y no les abrimos. No quiero entrar en temas políticos y demás
pero la sagrada familia también tuvo que huir un día.
Ahora, de nuevo, te invito a entrar en
el portal acompañado de todos estos deportados y háblale a Jesús con palabras
de ternura, de perdón, de misericordia: Señor, te pido por todos los que
persiguen a tu Iglesia, por los que persiguen a los cristianos: alcánzales, un
día, la gracia de conocerte y de amarte.