7 diciembre 2016. Miércoles de la segunda semana de Adviento – San Ambrosio – Puntos de oración

Para todos los militantes hacer la oración  hoy debería de ser muy fácil. Como hoy y todos los días uno tiene que disfrutar en la oración y elegir una composición de que le ayude. Al ser día de preparación de la fiesta de la Inmaculada, nos podemos buscar un lugar significativo para nosotros donde nos encontremos con la virgen a solas, sin que nada ni nadie nos distraiga. Propongo varios lugares que para mí han tenido especial importancia este año, año cargado de misericordia.
Yo me iría al pie de la virgen de Gredos, donde uno se siente tan pequeño, se aísla totalmente de todo, porque todos lo hemos experimentado. Gredos tiene ese ambiente de los grandes centros de oración, donde te inunda el silencio, la soledad te sobrecoge, te quedas a solas con el Señor o con la Virgen de una manera tan real, tan palpable, que el contacto con lo sobrenatural se hace natural.
Los que estéis en el hogar de Madrid, donde tenemos la Virgen tan querida para nosotros y delante de la cual hemos hecho tantas veces los compromisos, os podéis acercar a sus pies, guardar silencio, quedarse muy quieto y saborear su cercanía.
Los que fuimos a Cracovia y rezamos delante de la virgen de Czestochowa el rosario con las letanías que compusimos en Gredos, meternos junto al icono de la Virgen.
¿Y, qué hacer o meditar? Pues primero ser conscientes de los acontecimientos que celebramos este año. Año de la misericordia, 25 aniversario de la entronización de la virgen en el Circo de Gredos, JMJ… Recordar las vivencias que tuvimos en Gredos: la aparición majestuosa del circo al llegar al mirador, la sensación de volver a casa, a los brazos de la Virgen; el buen ambiente, la comunión entre los militantes de todas las edades, la misa, los ratos de oración, las intenciones que a sus pies pusimos, la renovación que hicimos de deseos y compromisos… Cada uno sabe de qué hablo con la Virgen. Está claro que se nos removió todo por dentro. Allí dejamos también como cada año nuestros nombres. También en Polonia dejamos todas nuestras ilusiones a sus pies.
Una vez que estemos cerca y a solas con la Virgen, no parar de darle gracias, porque ella sí que ha cumplido su compromiso de ser madre nuestra y comportarse como madre. Ella es la que es fiel en su compromiso y yo a pesar de mis infidelidades sigo siendo hijo muy querido. Cuántas gracias me han sido derramadas y de las que no soy consciente.
Gracias madre porque no te merezco y tú me sigues queriendo y dándome fuerzas. Yo quiero renovar este año de nuevo los compromisos, como militante, como cruzado. No me dejes, no me abandones, renueva tú las fuerzas, intercede ante tu hijo. Es día de grandes ilusiones, pedir a la virgen cosa grandes, no nos conformemos con pequeñeces, ella está deseando de lanzarnos a la santidad. Acordarnos de aquellos militantes que están pasándolo mal, pedir por ellos. Cuando uno está bien, es el momento de aprovechar esa ilusión, esa ventolera del Espíritu para desplegar velas y tirar de la nave. Este año que hemos vivido la campaña de la inmaculada de manera especial, que recuperamos la ilusión de la Vigilia, recordar a aquellos que podemos invitar, acercar a la Virgen, que luego sabemos lo ilusionados que salen. Unidos a tantas contemplativas que estarán pidiendo por nosotros.

Ya veis que la oración debe ser el momento para ilusionarnos al contacto de la Madre y el Hijo.

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